Diario de Yucatán - Suplemento Especial
Samuel crea una crisis política
Uno de los escándalos políticos más sonados del año fue el protagonizado por Samuel García, gobernador de Nuevo León, quien unas semanas fue precandidato a la Presidencia de la República por Movimiento Ciudadano, el partido por el que llegó al gobierno del estado norteño.
El mandatario estatal decidió renunciar a la candidatura al no poder colocar como interino en sustitución suya a un personaje allegado, porque en el Congreso de Nuevo León se lo impidión.
El 2 de diciembre, Samuel García intentó regresar al cargo luego de que decidió renunciar a la contienda por la Presidencia de la República. Tras una irrupción violenta en el Congreso local, en la cual se identificaron a miembros de Movimiento Ciudadano, los legisladores designaron a Luis Enrique Orozco, vicefiscal, como gobernador interino.
Samuel García rechazó el nombramiento y anunció que regresaría al gobierno estatal, aunque Orozco ya había tomado protesta, razón por la cual Nuevo León amaneció con dos gobernadores.
Días más tarde, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó una queja de Samuel García y Movimiento Ciudadano contra el Congreso de Nuevo León por presuntamente incumplir la sentencia donde se le ordenó designar a un nuevo mandatario.
La crisis llegó a su fin cuando el gobernador interino designado por el Congreso, Orozco, tomó la decisión de renunciar al cargo y hacerse a un lado para dar paso al regreso de Samuel García, con lo que desactivó la crisis política más fuerte de Nuevo León en tiempos recientes.