LOS CHENES
Opción universitaria para jóvenes mayas en la región de Los Chenes, en Campeche.
Rodeado de vestigios mayas, enclavado entre el verde de la selva y el azul del cielo, y en una de las zonas de mayor marginación histórica de la Península de Yucatán: en Los Chenes se levanta el Instituto Tecnológico Superior (ITS), de Hopelchén, Campeche.
Esta institución educativa les ofrece hoy a miles de jóvenes la oportunidad de forjarse un destino diferente al de pobreza y marginación de sus comunidades.
Su edificio de dos plantas, con una arquitectura estilo maya-moderno estilizado, destaca en un paisaje libre de construcciones, rodeado de vestigios de una de las culturas más importantes de la humanidad: la maya.
El pasado jueves 10 de diciembre la institución, edificada a cinco minutos de la ciudad de Hopelchén, cabecera del municipio del mismo nombre, cumplió un año de fundada.
Con una matrícula superior a los 400 alumnos inscritos, 90% de origen maya, este nuevo centro de estudios de la Península yucateca oferta las carreras de Administración, Ingeniería en Sistemas Computacionales, e Ingeniería en Innovación Agrícola Sustentable.
El ITS se levanta majestuoso sobre una superficie de 24.5 hectáreas, con una inversión en infraestructura de 40 millones de pesos en su primera etapa y el anuncio de otra cifra igual para el desarrollo de más aulas, equipos y laboratorios que se iniciarían en 2016.
La escuela cuenta con 11 aulas, dos centros de cómputo con 56 máquinas, laboratorio de ciencias básicas, área administrativa, de maestros, biblioteca, baños y elevador para personas con discapacidades.
Su visión y misión sintetizan lo que se espera de este centro de estudios: “Formar profesionales integrales con conciencia ecológica responsable, conscientes y orgullosos de sus orígenes y que contribuyan con innovación al desarrollo de sus comunidades”.
Gerardo Manuel Dzay Torres tiene 23 años de edad, es originario de Vicente Guerrero (Iturbide) y estudia la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales.
El joven define a su comunidad con tres palabras: “Sociedad limitada al progreso”, y la situación del país como “Sociedad con barreras al progreso”.
Gerardo estudia en el ITS la carrera de Sistemas como única alternativa, pues la falta de recursos económicos le impidió salir a otra parte del Estado, pero asegura que seguir estudiando ha sido la mejor decisión que pudo tomar, ya que le permitirá acceder a una vida mejor.
Daniel Francisco Chi Maas, de 20 años de edad, originario de El Poste, pequeña comisaría de Hopelchén, de 216 habitantes, sintetiza en dos palabras lo que significa para él estudiar una profesión: “Tener futuro”. Asegura que México tiene mucho potencial en todo, “pero ha sido mal administrado por funcionarios que sólo ven por sus intereses”.
Para Hiram Aranda Calderón, subdirector Académico y coordinador de este centro educativo, el ITS significa para la región una oportunidad real y seria de educación superior para miles de jóvenes de escasos recursos, que no pueden desplazarse a otras ciudades y a la vez una fuente generadora de recursos humanos profesionales que la región necesita para su desarrollo.
El académico considera que la vinculación de las escuelas de nivel superior con las comunidades es una forma directa de contribuir con el desarrollo y crecimiento de las mismas, y por ende del Estado y del país.
“Es la mejor enseñanza que una institución puede ofrecer a sus educandos y eso es lo que pretende el ITS Hopelchén: contribuir al fortalecimiento de México con estudiantes de excelencia.—