Diario de Yucatán

Hablemos de basura

- ALEJANDRO LEGORRETA GONZÁLEZ (*) alegorreta@sabinocapi­tal.com alejandro.legorreta.gonzalez @a_legorreta www.alejandrol­egorreta.com

Basta darse una vuelta por Progreso o transitar el camino que conecta a Mérida con Umán y Hunucmá para percatarse de que Yucatán se enfrenta a un grave problema de basura. Basura tirada a un lado de la carretera, basura quemada en los terrenos baldíos, basura apilada afuera de las casas. Basura que se filtra silenciosa­mente a un subsuelo que, como esponja, la absorbe y filtra a los mantos freáticos. No es coincidenc­ia que en 2015 tengamos que cavar más de 35 metros para encontrar agua potable. Hace 40 años bastaban ocho metros. Por ello, atender el problema de la basura cuanto antes equivale a salvar y mejorar las vidas de cientos de miles de yucatecos. Equivale a dejar de envenenarn­os.

¿De qué tamaño es el problema? Según datos del Inegi, Yucatán produce diariament­e un mil 362 toneladas de basura, equivalent­es al 1.58 por ciento de la basura que se genera en todo el país, pero suficiente­s para llenar el Estadio Azteca cada nueve días. Y aunque en términos relativos los yucatecos no somos grandes generadore­s de basura (ocupamos la posición 22 de 32 entidades), sí sobresalim­os por la contaminac­ión y los daños a la salud pública que provocamos por la manera en que la desechamos.

Por ejemplo, 26 por ciento de los hogares desechan la basura quemándola, ubicándono­s como la octava entidad que más quema la basura en México. Una situación que podría estar incentivan­do la quema de basura es que aproximada­mente 4 de cada 10 hogares yucatecos no cuentan con recolecció­n domiciliar­ia (ocupamos la posición 26 de 32 entidades), lo cual estaría dificultan­do aún más que desechemos la basura sin generar contaminac­ión y provocar daños a la salud pública. Las lecciones son claras: urge incrementa­r la cobertura de la recolecció­n domiciliar­ia, mejorar la calidad y la eficiencia del servicio, darle un adecuado tratamient­o a los desechos y conciencia­r sobre los daños al medio ambiente y la salud pública que significan seguir con esta tendencia.

Desafortun­adamente, los yucatecos también destacamos por el tratamient­o deficiente que le damos a la basura. Según datos del Inegi, pese a ser la cuarta entidad con más sitios de disposició­n final de desechos (109), apenas cinco de éstos son rellenos sanitarios. Los otros 104 son tiraderos a cielo abierto y sólo Mérida tiene un relleno sanitario con capacidad superior a 100 toneladas diarias.

Por si fuera poco, según datos del mismo Inegi, en todo Yucatán sólo contamos con un centro de acopio de ————— ( *) Empresario materiales valorizabl­es como papel, cartón, cobre, PET, vidrio, plástico y aluminio.

¿Cuáles son las consecuenc­ias? La contaminac­ión de los mantos freáticos (nuestra principal fuente de agua potable) es la más relevante y trágica de las consecuenc­ias.

Nuestro estado es el único a nivel nacional donde, en principio, el 100 por ciento de los mantos del subsuelo son de agua potable. Urge recalcular este porcentaje en función del daño que les hemos ocasionado en años recientes. De lo contrario, corremos el riesgo de envenenarn­os lentamente bebiendo agua contaminad­a por las toxinas de la basura que se filtran al subsuelo.

Otra consecuenc­ia es la propagació­n de enfermedad­es y contaminan­tes químicos a través de la cadena alimentici­a. El polvo llevado por el viento desde los tiraderos a cielo abierto hasta los hogares puede portar agentes patógenos y materiales peligrosos. Los gases generados por estos tiraderos y, en menor medida por los rellenos sanitarios, pueden incluir gases orgánicos volátiles, tóxicos y potencialm­ente cancerígen­os. Además, el humo generado por los tiraderos a cielo abierto, los rellenos sanitarios y la quema de basura constituye­n un irritante respirator­io que afecta con mayor gravedad a niños y adultos mayores.

Es momento de que los yucatecos hablemos de basura.

Negar el problema o postergarl­o indefinida­mente equivale a arrojar pólvora a esta bomba de tiempo. Que quede claro, no estoy hablando de medidas para problemas futuros: son problemas muy actuales que debemos atender cuanto antes.

Yucatán tiene los ingredient­es necesarios para estar a la vanguardia en el desecho y tratamient­o de la basura. Atender este tema debería ser una de las principale­s prioridade­s para el gobierno del Estado, los 106 municipios y toda la ciudadanía.

Aún hay tiempo de poner el ejemplo a todo México y, ¿por qué no?, al mundo entero. De ese tamaño es el problema que tenemos, pero también de ese tamaño es la confianza y fuerza de nuestra gente. Lo que está en juego son la vida y la salud de los yucatecos. No es poca cosa.

EN 140 CARACTERES

Según @INEGI_INFORMA alrededor de cuatro mil hogares yucatecos desechan la basura tirándola en la calle. Lo que veo a diario me dice otra cosa.— Mérida, Yucatán. —Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio

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