Sin ventas
Perjuicios por las céntricas calles rotas en Izamal
Vendedores de Izamal dicen que hace cuatro semanas no venden por el remozamiento que se hace en el Centro.
IZAMAL.— Comerciantes de las calles 33 (entre 24 y 28), 26 (entre 31 y 33), 29 y 31 del Centro se quejan de que prácticamente no venden nada desde hace cuatro semanas, desde que rompieron esas arterias para reconstruirlas con concreto estampado, rescatar fachadas e instalar red eléctrica subterránea.
Los vendedores destacan que hace casi dos meses que se inició esa obra y avanza lento, con los consiguientes perjuicios para ellos en plena temporada decembrina,
También denuncian que les afectan las calles rotas por los charcos que “nos están trayendo gran cantidad de moscos”.
—Ya se tardaron mucho con la obra, estamos perdiendo lo poco que nos deja el vender nuestro producto, ya son varias semanas que no vendo nada en la pollería, las ventas están muy bajas y ¿quién nos compensa lo que se está perdiendo? —expresó Guillermo Cauich Yam, dueño de una pollería.
—No se ve el avance de la obra, están como jugando. Yo incluso padezco una discapacidad y ya me caí en las zanjas —se quejó.
—Es una pena que estas obras no avancen, si se toma en cuenta que sábados y do- mingos no trabajan y los lunes a veces empiezan tarde. No sé quiénes son los encargados de la obra, pero ya deben terminarla —dijo.
Muy malas ventas
Miguel Escobedo, a su vez, solicitó que “ya, que terminen la obra; están muy malas las ventas aquí, en mi panadería”.
—Nadie ha dicho cuándo van a terminarlas; entiendo que se tarde, pero esto tardará más por lo que vemos.
—Luego, con las lluvias no se puede salir y la gente menos viene a la compra.
—Estamos perdiendo lo poco que se gana y, aparte, la gran cantidad de moscos por el agua acumulada en estas calles. Quien sea responsable que la termine pronto —insistió Miguel Escobedo.
Aparte de la pollería y la panadería, una tortillería y un taller de motos padecen los mismos problemas.
El encargado de un bar también dice que la clientela ha bajado.
—Esto parece una zona de guerra, ya hay zanjas por todos lados donde se pondrá el cable subterráneo —dijo un comerciante, quien pidió conservar el anonimato.
Los comerciantes de este rumbo del Centro coincidieron en que la perdida será mayúscula dado la cercanía de la Nochebuena y se dijeron preocupados de que la obra se prolongue hasta enero de 2016.—