Ejercicios contra el olvido
Cuando se repiten se fortalecen los datos en la mente
LONDRES.— La memoria humana funciona como una red asociativa. Eso la hace útil, porque permite pasar fácilmente del contenido a la etiqueta y viceversa. “¿Qué hay en la gaveta superior?” no es una pregunta interesante, pero sí lo es cuando quieres responder “¿dónde están mis llaves?”.
La memoria se construye de manera deliberada. Nuestra memoria es increíble, pero responde a la cantidad de asociaciones que hacemos con nueva información que recibimos y no a lo mucho que, desesperadamente, queremos recordar algo.
De acuerdo con la BBC, cuando se conoce a alguien se aprende en principio su nombre, pero para la memoria ésta es probablemente una información arbitraria, desconectada de cualquier otra cosa que se sabe y de todas las cosas que, posteriormente, se sabrá de esa persona.
Después de la conversación, en la que probablemente uno se entere del trabajo, pasatiempos, familia y más cosas del interlocutor, toda esa información quedará conectada en la memoria.
Imaginemos que hablamos con un tipo de camisa azul a quien le gusta pescar y tiene un trabajo como vendedor de autos, que le gustaría dejar para dedicarse a vender equipo de pesca. Si se puede recordar una parte de la información (“vender autos”) se le puede encadenar a otras (“vende autos, pero quiere dejar de hacerlo”, “quiere dejarlo para vender equipos de pesca”, “le encanta pescar”, y así sucesivamente).
El problema es que el nombre del nuevo amigo no aparece porque se trata de un dato arbitrario que no está vinculado con ningún otro de la conversación.
Trucos mentales
Pero hay maneras de fortalecer esos nexos para afianzarlos en la memoria:
Trata de repetir cualquier nombre que escuches. La práctica es una de las reglas de oro para aprender: entre más se practica, más se fortalece la memoria. Al mencionar a alguien lo estás vinculando en tu memoria al acto físico de decirlo.
Trata de asociar el nombre que acabas de aprender con algo que ya conoces. No importa si el vínculo es tonto. Es importante que encuentres alguna conexión para ayudar a que el nombre se quede “pegado”.
Trata de vincular el nombre a alguna otra cosa sobre la persona. No importa si las asociaciones que haces son extravagantes o raras, ayudarán a crear una red que impedirá que el nombre desaparezca de la mente al presentarlo a alguien más.