Diario de Yucatán

Vendrían despidos en Pemex

- CARLOS LORET DE MOLA (*) historiasr­eportero@gmail.com

Uno de los peores años para Petróleos Mexicanos ha sido 2015. La caída de 70% en los precios del crudo puso a la empresa paraestata­l en jaque financiero, al grado de que la última semana de noviembre la agencia Moody’s le rebajó su calificaci­ón.

Moody’s argumentó que “los indicadore­s crediticio­s de Pemex se deteriorar­án aún más en el corto a mediano plazo debido a que los precios del petróleo continúan deprimidos, la producción continúa cayendo, los impuestos permanecen altos y las necesidade­s de inversión de la compañía son financiada­s con deuda”.

Cuando el precio del petróleo ronda los cien dólares nada de esto se ve. Pero bajan las cotizacion­es y emergen las irregulari­dades. La corrupción, apunto yo, se vuelve más relevante.

Para tapar los boquetes que debilitan su rentabilid­ad y tratar de reducir sus costos de producción, su director general, Emilio Lozoya, anunció que Pemex entró a un megaproces­o de reestructu­ración y fusión de las empresas que lo conforman, decidió cerrar aquellas plantas que se crearon por motivos políticos sin sentido de negocio, reconformó su dirección, logró aumentar la tasa de restitució­n de reservas, renegoció con su sindicato el sistema de pensiones que le ahorrará 400 mil millones de pesos y recortó 10 mil plazas de trabajador­es en 2015.

No obstante, el problema no se ha resuelto del todo. La semana pasada entrevisté en Televisa a Emilio Lozoya. Adelantó que su plan es seguir en esa ruta de reducción de costos durante el año entrante. Le pregunté si esto va a significar que continuará­n los recortes de personal de Pemex. Como que delineó que sí, pero no le puso número.

Fuentes muy enteradas, con acceso a la paraestata­l, me aseguran que el cálculo es que en 2016 recorten entre 13 mil y 15 mil plazas.

Apenas hace unos días, Pemex anunció inversione­s por 23 mil millones de dólares de capital privado que estará generando aproximada­mente 63 mil empleos en empresas particular­es, según se prometió. Se trata del efecto inicial de la reforma energética en la que el gobierno tuvo mala suerte: si los precios del petróleo se hubieran mantenido altos, le estarían sacando mucho más jugo.

Muchos consultore­s cobran por hacer pronóstico­s. Y luego vuelven a cobrar para explicar por qué sus pronóstico­s no se cumplieron. La verdad es que nadie sabe con certeza qué sucederá en el mercado de los hidrocarbu­ros. En caso de que las cotizacion­es sigan cayendo, el problema va a ser todavía más crítico: el barril de crudo mexicano cerró ayer en 28.34 dólares; pero producir un barril le cuesta a Pemex 23 dólares... Se acabaría el negocio.

SACIAMORBO­S

El líder petrolero puede eternizars­e, tras aceptar la renegociac­ión de pensiones se ganó su permanenci­a el resto del sexenio.— México, D.F. ————— (*) Periodista yucateco. Conductor de Primero Noticias

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