Acuerdo para reparar las obras en el Centro
Convenio entre el gobierno estatal y el Ayuntamiento
El gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida firmaron ayer un convenio para reparar y concluir los trabajos de mejoramiento del Centro Histórico.
La firma del acuerdo estuvo encabezada por el gobernador Rolando Zapata Bello y el presidente municipal Mauricio Vila Dosal.
El gobierno estatal canalizará poco más de ocho millones de pesos a la Comuna para que se encargue de hacer las reparaciones. Los desperfectos han generado varias críticas de la sociedad por la mala calidad de los trabajos, efectuados en la administración estatal de Ivonne Ortega Pacheco.
Los recursos serán destinados a labores de mejoramiento del pavimento de concreto estampado, guarniciones, banquetas, drenaje pluvial y alumbrado.
Las obras se iniciarán en marzo de 2016 y durarían cinco meses.
Todavía está lejos la cobertura de la demanda local
Cifras oficiales revelan que la producción de leche de bovinos en Yucatán frenó su desplome este año, después de estar en caída libre desde la década de los 90.
No obstante ese respiro, la producción sigue siendo baja y no alcanza a cubrir siquiera la demanda local.
La situación es de tal magnitud que desde hace varios años Yucatán ocupa el último lugar en producción nacional del lácteo, superado incluso por Quintana Roo, que basa su actividad económica en el turismo.
Campeche está en el primer sitio de la Península, con una producción que supera en gran medida a la de sus vecinos.
De acuerdo con estadísticas del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Sagarpa, en 2014 Yucatán obtuvo 2.584,000 litros de leche de bovinos, contra 38.772,000 de Campeche y 4.672,000 de Quintana Roo.
En 2015, con cifras hasta septiembre —son las más recientes de la Secretaría—, Yucatán produjo 2.723,000 litros, cantidad mayor que la alcanzada en 2014, cuando falta contabilizar los números del trimestre final. Como ya indicamos, es la primera vez en muchos años que se rompe el declive.
Feliciano Moo y Can, presidente de la Unión de Empresas Productoras de Leche del Estado de Yucatán, dice que la debacle se debió a varios factores, entre ellos el abandono de la actividad por falta de apoyos, pero subraya que están dadas las condiciones para una recuperación en los próximos años.
La producción de leche de bovino en Yucatán sigue siendo tan baja que representa apenas 1.2 litros por habitante.
Estadísticas del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Sagarpa muestran que en 2014 la producción del lácteo en la entidad fue de 2.584,000 litros. Ese mismo año, de acuerdo con estimaciones del Consejo Estatal de Población (Coespo), la población yucateca ascendió a 2.091,513 habitantes.
Si se divide la producción total con el número de habitantes se obtienen 1.2 litros per cápita al año. Muchas personas consumen en un solo día una cantidad similar o mayor de refrescos embotellados.
Como indicamos en la primera página, la producción lechera en Yucatán está en caída libre desde la década de
los 90. Este año experimenta un respiro, pues hasta septiembre ya se habían logrado 2.723,000 litros.
La gráfica que ilustra esta información refleja la debacle, que contrasta con el crecimiento sostenido que han tenido otras entidades, entre ellas Campeche.
Feliciano Moo y Can, presidente de la Unión de Empresas Productoras de Leche del Estado de Yucatán, señala que la caída se debió a varios
factores. Cita entre ellos los problemas en el bajo precio de la leche, que llevó a varios productores a abandonar la actividad al ver que no era rentable; las sequías y otras inclemencias del tiempo, y el olvido y la falta de apoyos a los lecheros.
“No se apoyó adecuadamente a los productores”, afirma. “Hubo algunos intentos y todavía queda en Baca un elefante blanco donde supuestamente se iba a procesar la leche... Fue el último intento, pero no hubo apoyo directo a los productores en ese tiempo y es hasta ahora cuando el gobernador voltea a verlos para darles impulso”.
El ex diputado federal y local y ex dirigente cenecista dice que entre las medidas que se están adoptando figuran la búsqueda de mejores razas, el mejoramiento de la calidad del pasto y esfuerzos por abatir el déficit de vaquillas en la entidad, aunque esto último es algo que afecta no sólo a Yucatán sino a todo el país.
“Creo que hasta en el mundo no hay suficientes vaquillas para repoblar los hatos lecheros”, subraya.
Agrega que sí se pueden conseguir vaquillas, pero no aptas para la producción de leche, y por eso están planteando a los gobiernos federal y estatal una producción de vaquillas con alternativas tecnológicas, pero mientras se gestiona un programa más amplio se aprovecha el de mejoramiento genético ya existente.