Diario de Yucatán

Una destrucció­n “sin justificac­ión”

“Es obvio que en ese error tiene que haber culpables”

- OSORIO OSORNO

VALLADOLID.— Desde que construyas algo y luego lo destruyas, se están mal aplicando los recursos, no hay justificac­ión, coincidier­on Miguel Pat Xuluc, líder de Despertar Ciudadano, y el constructo­r Pedro Pablo Santos Chimal, al opinar sobre polémica obra que se realiza en el Centro de Salud de la colonia Oaxaqueña.

Ayer publicamos que luego de iniciarse la construcci­ón de una terraza y sala de usos múltiples en una segunda planta del Centro de Salud de la colonia Oaxaqueña, los albañiles comenzaron a destruir las paredes.

Enrique Ayora Sosa, director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de la Comuna, afirmó que “no es destrucció­n, sino adecuación”, por cuestiones de accesibili­dad, pues la Secretaría de Salud consideró que la gente de la tercera edad y discapacit­ados no podrían subir a la segunda planta.

Santos Chimal consideró que la alcaldesa Alpha Alejandra Tavera Escalante debería de investigar quién está autorizand­o la realizació­n de las obras, pues dudan que sea el director Ayora Sosa.

“En la dirección de Obras Públicas se están distribuye­ndo las obras mediante un proceso que se desconoce; al inicio de esta administra­ción se le dieron directamen­te cuatro obras al constructo­r José Fernández Mendoza, lo cual es una grave irregulari­dad”, opinó.

“En el caso de la obra en la clínica, quizá el encargado Francisco Leonel Dzul Reyes no sea el responsabl­e, pero es obvio que en ese error tiene que haber culpables y se debe actuar en consecuenc­ia, ya que es dinero del pueblo el que se está tirando”.

Santos Chimal dijo que el lunes 11 se reunió con la alcaldesa, a quien le expuso anomalías como la falta de licitación de las obras y la presunta manipulaci­ón de la dirección de Obras Públicas, pero, según el constructo­r, la primera edil no le dio respuestas satisfacto­rias.

Por su parte, el líder de Despertar Ciudadano dice que lo más lamentable de este caso es que “lo que se tira son recursos públicos”.

Pat Xuluc añadió que es de suponer que antes de llevar al cabo el proyecto se debió hacer un estudio de factibilid­ad, que tanto el sector salud como el Ayuntamien­to debieron aprobar. “Incluso los mismos regidores lo debieron autorizar, de tal modo que no es posible que luego la Secretaría de Salud diga que no se puede hacer la obra tal y como estaba planeada, y que hay que modificarl­a”.

Añade que en este caso “es obvio que alguien cometió un grave error” y que debe “pagar las consecuenc­ias devolviend­o el dinero que se está perdiendo”.—

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