Nos da perspectiva
El estudio de los nuevos planetas, de gran relevancia
“Existen muchas condiciones que deben cumplirse para que en un planeta se dé la vida como la conocemos, a base del carbono”, entre ellas ambientes muy estables y agua líquida, señala Alejandro Díaz Serrano, presidente de la Sociedad Astronómica de la Uady, al hablar del hallazgo de siete planetas similares a la Tierra que orbitan la estrella Trappist-1, a 40 años luz de distancia.
“Las indicaciones que tenemos ahora son que son planetas rocosos y pueden albergar agua y hasta ahí”, dice al Diario.
Pero aun si no se hallara vida en ellos su estudio será importante porque “nos da información de cómo se crean estos sistemas y todo lo que involucran” y “nos abre la perspectiva de cómo miramos el universo y cómo nos vemos nosotros en él”.
Sobre la distancia que separa a la Tierra del sistema descubierto, Alejandro, estudiante de Ingeniería Física, pone el ejemplo de un viaje a la velocidad de un Boeing 747 (uno de los aviones comerciales más rápidos), que requeriría 48 millones de años para llegar. “No podríamos interactuar con esos planetas, la única manera en que podemos tener información de ellos es a través de la luz”.
Fueron las variaciones en la luminosidad de Trappist-1, ocasionadas por el tránsito de los planetas frente a la estrella, lo que permitió a los investigadores determinar las dimensiones, composiciones y órbitas de esos cuerpos, según indica el Observatorio Europeo Austral (ESO) en el comunicado en que da conocer detalles del descubrimiento.
De acuerdo con ESO, la estrella tiene solamente el 8% de la masa del Sol y es muy pequeña en términos estelares, pues equivale apenas a
un poco más el tamaño de Júpiter. Los astrónomos preveían que estrellas enanas como Trappist-1 contaran con muchos planetas del tamaño de la Tierra en órbitas cerradas, lo que los haría objetivos promisorios en la búsqueda de vida extraterrestre, pero éste es sólo el primer sistema de este tipo que se ha encontrado.
Los siguientes estudios se enfocarían en la atmósfera de los planetas. El telescopio espacial Hubble ya estudia este aspecto y, como indica Emmanuël Jehin, integrante del equipo de investigadores, “con la futura generación de telescopios, como el European Extremely Large Telescope y el espacial James Webb, pronto seremos capaces de buscar agua y, tal vez, incluso evidencia de vida en esos mundos”.—