PATRIMONIO
Lanzan campaña para preservar los vestigios urbanos
Nuevo plan para enseñar a que los niños valoren el patrimonio arqueológico de esta ciudad.
Para que las nuevas generaciones valoren el patrimonio arqueológico de Mérida, este año la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento realizará un vasto programa de actividades lúdicas y de difusión entre los niños de la ciudad.
Como primer punto de la estrategia, según explicó el director de Desarrollo Urbano, Aref Karam Espósitos, está la preservación de esta gran riqueza arqueológica por medio del rescate y cuidado, tarea que realiza en coordinación con el INAH, organizaciones civiles, universidades y consejos de participación de las comunidades cercanas a los sitios.
Para este año, dijo, se programaron 54 pláticas en es-
cuelas de educación básica, un taller de arqueología para niños y dos eventos de observación de estrellas. Además, dan mantenimiento a 10 parques arqueológicos.
Mérida tiene hasta ahora 223 sitios arqueológicos identificados y es probable que haya muchos más, pues aún no se ha explorado todo el territorio meridano.
Esos sitios, como publicó el Diario en amplio reportaje, corresponden a poblaciones mayas prehispánicas. Tiene desde grandes centros urbanos como Dzibilchaltún y T’Hó (ahora Jó o Mérida), recintos palaciegos como Xoclán, Cholul o Xcatzmil y hasta pequeños asentamientos que probablemente correspondan a grupos domésticos o áreas de actividad asociadas a la manutención de los grandes centros de población mayas.
Esta riqueza arqueológica se fragmentó por el crecimiento de la ciudad desde la época de la conquista hasta nuestros días. Por ello, pugna para que ahora el desarrollo urbano sea ordenado.
Los primeros frutos de este trabajo se ven en el rescate de los grandes centros mayas de Dzoyilá y Soblonké. Este último está en el fraccionamiento Gran Santa Fe, en la comisaría de Caucel.
Para evitar que las constantes modificaciones por el crecimiento de la mancha urbana dañen estos sitios se diseñaron diversas estrategias de preservación, entre las que destaca el establecimiento de Zonas de Protección Arqueológica, cuyas áreas se valoran en los procesos de cambios de uso del suelo, construcción e infraestructura.—