Casos sin respuesta
Recuento sobre cuestionamientos a Ivonne Ortega
Aún sin respuesta cuestionamientos que afrontó el gobierno de Ivonne Ortega.
Durante su gobierno Ivonne Ortega Pacheco se enfrentó a cuestionamientos por el adeudo con el Isstey, desapariciones nunca esclarecidas, empresas fantasmas, incumplimiento de pago a proveedores y compra de propiedades de ella, de sus familiares y algunos de sus colaboradores cercanos.
También hubo muchos señalamientos por pagos millonarios a Televisa, la compra de tierras de Ucú en condiciones poco claras y el derroche de recursos públicos en la promoción de su imagen.
Ayer publicamos la primera entrega de un recuento de obras y acciones del gobierno de Ivonne Ortega que, a más de cuatro años de que ésta dejó el poder, siguen rodeadas de la polémica.
A continuación, otros puntos de ese recuento, basado en publicaciones del Diario:
Las cuentas del Isstey.— La administración de la señora Ortega Pacheco dejó de entregarle al Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey) más de $2,125 millones, por concepto de cuotas y otras aportaciones. El gobierno sí hizo los descuentos correspondientes a sus trabajadores, pero no los canalizó a la institución.
La administración de Rolando Zapata Bello hizo una serie de movimientos y reformas a la Ley Orgánica del Isstey para cubrir el adeudo. Entre otras cosas propuso, con la aprobación mayoritaria del Congreso, la donación de casi 3,000 hectáreas de la reserva territorial de Ucú a favor de un fideicomiso público que impulsaría un desarrollo inmobiliario en esa región, a cambio de pagar al Isstey el 30% de sus ingresos.
El CRIT y Televisa.— Ivonne Ortega promovió la instalación de un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), que incluyó un “apoyo” de 300 millones de pesos durante los 10 años posteriores a su apertura, a razón de $10 millones anuales, para el funcionamiento de las instalaciones. El gobierno actual ha tenido que mantener el apoyo comprometido.
Durante el quinquenio Televisa grabó varios programas en Yucatán, por los cuales se pagaron cantidades no especificadas. Era común la presencia de actores y conductores de esa empresa en informes de gobierno y otros actos oficiales. Galilea Montijo se convirtió en comadre de la jefa del Ejecutivo.
Compra de Chichén Itzá.— En marzo de 2010 el gobierno anunció la compra de 83 hectáreas en las que se asienta la zona arqueológica de Chichén Itzá al empresario Hans Juergen Thies Barbachano. La compraventa se pactó en $220 millones, provenientes de un crédito, y fue cuestionada por los partidos de oposición e incluso por los comerciantes de la zona arqueológica, que consideraron que se pagó un sobreprecio. La gobernadora defendió la operación con el argumento de que Chichén es “un patrimonio invaluable” de los yucatecos.
Finalmente lo pagado pasó a formar parte del endeudamiento de la entidad.
Palacio y “Disneylandia”.— Muy cerca de Chichén Itzá, en terrenos de Yaxcabá, Ivonne Ortega colocó en diciembre de 2009 la primera piedra del Palacio de la Civilización Maya. Estaba programada una inversión de $450 millones, en tres etapas. Se gastaron las primeras sumas, se hicieron las primeras obras y finalmente se abandonó el proyecto, que
sería parte de un “Disneylandia maya”.
Tierras y casas.— En junio de 2008, cuando todavía no cumplía un año de su llegada al Palacio de Gobierno, la señora Ortega Pacheco se convirtió en dueña de 1,706 hectáreas del municipio de Dzemul, en una parte de las cuales se asienta el sitio arqueológico de Xcambó.
Oficialmente, una parte de esas tierras le fue donada por su madre, Isabel Pacheco Graniel, y otra le fue cedida en venta por tres de sus tíos paternos.
Al conocerse la operación, un grupo de ejidatarios se
quejó de irregularidades y de despojo de amplia extensión de esos terrenos. Días después cesó la protesta.
Paralelamente se conoció, en ese período, la compra de casas de la gobernadora en Mérida —en Itzimná, a nombre de su madre, y en Privada San Remo (en la zona de Altabrisa)— y en su natal Dzemul. Varios de sus parientes también adquirieron propiedades en esta ciudad y en zonas de playa.
La corrupción y “El Partenón”.— Algunos colaboradores de la gobernadora se despacharon con la cuchara grande en cuestión inmobiliaria. Fue el caso de Alejandro Menéndez Bojórquez, quien fue secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero y durante su paso por esa dependencia acumuló casas en Hunucmá, Sisal y zonas exclusivas de Mérida. Llegó al grado de bautizar su residencia de playa como “El Partenón”.
Además de la compra de casas y vehículos que lo caracterizó, Alejandro Menéndez se enfrentó a acusaciones de desvíos de los propios productores. Nunca fue investigado en el gobierno anterior y la administración de Rolando Zapata informó que le haría una auditoría. Al final nada irregular le hallaron, según esa revisión, a pesar de las evidencias de que sólo el valor de sus propiedades rebasaba por mucho sus ingresos.
Empresas fantasmas.— En el quinquenio también afloró el caso de empresas fantasmas a las que se canalizaba dinero del gobierno del Estado, en muchos casos con facturas con precios “inflados”. El mayor número se detectó en la Coordinación General de Comunicación Social, a la que se facturaban grandes cantidades por diferentes “servicios”.
Entre las empresas cuyas actividades documentaron reporteros de Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, sobresalió Integradora de Yucatán, S.A. de C.V., que recibía de Comunicación Social más de $400,000 al mes. Su socio principal tenía relación directa con personajes del PRI yucateco.
El huracán “Dean” y sus daños.— A fines de agosto de 2007, el huracán “Dean” azotó al sur del Estado y de paso originó una tormenta política. La gobernadora pidió al gobierno federal que se declarara la emergencia en 59 municipios para poder acceder a recursos de contingencia del Fondo Nacional de Desastres (Fonden).
Desde el principio la Conagua sólo emitió la declaración para siete municipios y dijo que la titular del Ejecutivo pretendía “extender” los daños para tratar de obtener más recursos.
Desaparecidos.— Durante el gobierno anterior se reportaron cuatro desapariciones que hasta hoy siguen en el misterio, en medio de declaraciones oficiales de que hay “cero secuestros” en Yucatán.
Dos casos corresponden a 2008: del doctor Delio Peniche Manzano y el joven José Elías Aguilar Nechar. Los otros son de noviembre de 2010, del mecánico David Escárcega Montalvo, y de agosto de 2012, del joven Carlos Castillo Bolio.—