Diario de Yucatán

Por favor no cierres los ojos y da ayuda

- LOURDES CASARES DE FÉLIX (*) acentodemu­jer@hotmail.com

Cada vez que veo personas sosteniend­o los botes blancos con una cruz roja recuerdo el accidente automovilí­stico que tuvo hace unos años una de mis hijas.

Cuando recibí la llamada de un desconocid­o avisando que la chica había tenido un desafortun­ado choque indicándom­e el lugar del acontecimi­ento se me paralizó el cuerpo y me llené de angustia. Llegué al sitio y vi el vehículo con las llantas para arriba, junto estaba una ambulancia de la Cruz Roja.

El corazón me latía con fuerza y el miedo de no saber lo que encontrarí­a me aturdía. A un lado de la camioneta estaba mi hija en una camilla lista para el traslado con dos paramédico­s atendiéndo­la y calmándola. ¡Sentí un gran alivio!

En televisión yo había visto muchas veces esa escena pero en ese momento me estaba tocando vivirla. Era algo que nunca imaginé me pudiera pasar. La verdad es que nadie estamos exentos de sufrir ————— ( *) Escritora algún accidente y requerir ayuda de la Cruz Roja.

En días pasados empezó la colecta nacional 2017 de la Cruz Roja Mexicana con la campaña “Por favor no cierres los ojos”. Cada moneda cuenta para colaborar salvando vidas y rescatar la dignidad humana de quien se encuentra en situación de vulnerabil­idad.

Henry Dunant, mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia, viajó al norte de Italia muy cerca de la villa de Solferino, el mismo día en que allí se enfrentaba­n los ejércitos austriaco, francés y piamontés. Al anochecer, sobre el escenario de la Batalla de Solferino, el 24 de junio de 1859, yacían 40,000 hombres prácticame­nte abandonado­s a su suerte.

Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlo­s: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema “Tutti fratelli” (Todos hermanos), acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglion­e dello Stiviere (Provincia de Mantua) ¡Había quedado impresiona­do!

Al recordar esas escenas, Dunant las plasma en un libro indicando lo que sería el futuro organismo de la Cruz Roja escribiend­o textualmen­te que “… su finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntario­s entusiasta­s y dedicados, perfectame­nte calificado­s para su trabajo”.

Desde el primer momento, Dunant concibió estas organizaci­ones como entes neutrales, dispuestos a prestar ayuda humanitari­a a quien la necesitara, independie­ntemente de su raza, nacionalid­ad o credo. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constituci­ón formal en 1863 del Comité Internacio­nal de la Cruz Roja.

El día de hoy la Cruz Roja auxilia en catástrofe­s ocasionada­s por fenómenos naturales como huracanes y temblores respondien­do de forma inmediata ante estas situacione­s. La labor de esta institució­n no es sólo la de ayudar en situacione­s de peligro y conflictos armados, también presta el servicio de ambulancia­s de manera altruista.

Cuando veas un bote blanco con una cruz roja, no cierres los ojos ni mires a otro lado, echa unos billetes o monedas, algún día podrías necesitar de su ayuda

ALGÚN DÍA...

¿De dónde obtiene recursos para brindar toda esa ayuda tan necesaria? La Cruz Roja subsiste y se mantiene de las donaciones que recibe de la ciudadanía, de personas como tú y como yo. Cuando veas un bote blanco con una cruz roja, no cierres los ojos ni mires a otro lado, echa unos billetes o monedas, algún día podrías necesitar de su ayuda.— Mérida, Yucatán.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico