Avanza la depresión en Yucatán
En Parkinson y Alzheimer sube el registro también
La depresión sigue avanzando entre los yucatecos, con una afectación mayor en las mujeres, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud federal.
En el reporte semanal más reciente del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) se señala que en los tres primeros meses del año se diagnosticaron clínicamente 518 casos nuevos en Yucatán, 40 por ciento más que en similar período del año pasado.
Esos números indican que a lo largo de 2017 se han detectado 5.7 casos al día. Por cada cinco pacientes, cuatro son mujeres.
Las estadísticas del Sinave muestran en general un aumento
en los casos de enfermedades neurológicas reportadas desde Yucatán.
Además de la depresión, en la enfermedad de Parkinson ya aparecen 22 registros en los primeros tres meses del año, seis más que los del mismo período del calendario anterior.
En la enfermedad de Alzheimer se notificaron al sistema de vigilancia 21 nuevos pacientes yucatecos.
En el mal de Parkinson la proporción de afectación entre hombres y mujeres es similar, pero en Alzheimer sí cambia por completo la situación: de los casos registrados en lo que va de 2017, el 75 por ciento es de mujeres.—
La depresión, considerada el mal del siglo XXI, tiene considerable avance entre los yucatecos en lo que va de este año, según reportes de la Secretaría de la Salud.
Sólo en los tres primeros meses se diagnosticaron clínicamente 518 nuevos casos. Corresponden a personas que fueron atendidas en alguna institución de salud, que hizo el reporte al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave). Muchas más no recurren a la atención médica.
Esos 518 nuevos casos equivalen a 5.7 al día, considerando los primeros 90 días del año, en una población que rebasa ya los dos millones de habitantes.
La cifra es aproximadamente 40 por ciento mayor que la registrada en el mismo período de 2016, cuando se habían contabilizado 298 nuevos pacientes con síntomas de depresión.
La enfermedad afecta mucho más a las mujeres: de cada cinco casos reportados oficialmente sólo uno es del grupo masculino. Es decir, el 80% de los nuevos casos son del sector femenil.
Estas cifras aparecen en el boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud correspondiente a la semana 14, aunque se precisa que las estadísticas sobre depresión tienen corte en la semana 13, hasta el 1 de abril.
La depresión es uno de los problemas de salud con mayor incidencia en la economía, porque afecta e inhabilita temporal o permanentemente a población económicamente activa, además de adultos mayores.
Es considerada uno de los síntomas más comunes de la neurosis, igual que la ira, la
irritabilidad y el miedo.
De acuerdo con Neuróticos Anónimos, A.C., la proporción de pacientes mujeres es mayor que la de hombres no porque aquéllas sean más susceptibles sino porque es más común que la mujer acepte que es víctima de la enfermedad.
Los desajustes emocionales son como una bomba de tiempo que estalla cuando se les combina con alcohol y drogas, dice la agrupación.
De los 518 casos nuevos de depresión atendidos clínicamente hasta marzo, 425 son de mujeres. Rebasan con mucho el número total de diagnósticos (hombres y mujeres) del mismo período de 2016, que fue de 298.
Si continúa esa tendencia, los registros al cierre del año podrían rebasar los de todo 2016, cuando se notificaron al Sinave 1,262 casos de depresión (1,029 en mujeres) en Yucatán. En 2014 se diagnosticaron más casos que en 2015: 1,483.
En entrevista que nos concedió después de una plática a integrantes de la asociación civil Sinergia con Sentido, el doctor César Iván Espadas Sosa, presidente de la Academia Yucateca de Medicina y Cirugía y ex presidente de los colegios de Psiquiatras y de Médicos de Yucatán, declaró que hay tres formas de identificar la depresión en una persona:
“La primera es que la gente o tu propia familia te lo diga, que te haga notar que no te ve bien; la segunda es que en el trabajo te señalen que no estás rindiendo, que no produces o te ven aislado, sin amigos, y la tercera es que tú experimentes llanto y tristeza, con pensamientos negativos y recuerdos de familiares muertos, o que recurras a placeres primarios que tuvimos de niños”, dijo el médico.—