Brady desaira a Trump
El quarterback, el gran ausente en la visita de ayer
Argumentando problemas familiares, el estelar mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Tom Brady, fue el gran ausente ayer en la visita de los campeones de la NFL al presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
Además de Brady, otros seis jugadores se ausentaron de la visita, la mayoría de ellos por no simpatizar con la política de Trump.
El actual mandatario del país norteamericano siguió la tradición presidencial de acoger en la Casa Blanca a los ganadores de las grandes competiciones deportivas estadounidenses, y recibió a una treintena de jugadores de los Patriotas y a los entrenadores
y directivos del equipo en los jardines de la Casa Blanca.
“Ningún equipo ha sido tan bueno durante tanto tiempo”, aseguró Trump, que durante su campaña electoral se vanaglorió de tener el respaldo del entrenador de los Patriots, Bill Belichick, y el mariscal de campo estelar del equipo, Tom Brady.
Pero Brady, que nunca llegó a aclarar si votó por Trump aunque le definió en varias entrevistas como “un buen amigo”, no asistió a la cita debido a lo que describió en un comunicado como “asuntos familiares personales”, al tiempo que agradeció al presidente estadounidense su “apoyo al equipo”.
Varios de sus compañeros fueron más allá al ausentarse del encuentro en protesta por las políticas de Trump, como el corredor LeGarrette Blount, quien dijo en una entrevista de radio: “Simplemente no me siento bienvenido en esa casa”.
El jugador Alan Branch explicó que no asistiría porque seguía ofendido por los comentarios sexistas de Trump en un vídeo.
Devin McCourty, Martellus Bennett y Dont’a Hightower son otros de los ausentes en la ya tradicional ceremonia que se realiza en la Casa Blancas.—