Apoyo esotérico para el Cruz Azul
Una bruja llega a La Noria para “quitarle la sal”
Después de que aparentemente varios aficionados le hicieran la petición, la “Bruja Zulema” se presentó ayer en La Noria, donde entrena el Cruz Azul, para hacerle una “limpia” al equipo y así tratar de que se terminen los casi 20 años sin un título de liga.
El hecho de que las instalaciones celestes se encuentren al lado de un panteón ha creado un síntoma de inestabilidad entres aficionados, que le pidieron a Zulema que acuda en su ayuda para lograr buenos resultados. La bruja definió el lugar como “un sitio embrujado, maldito y saladísimo”.
Una hora después de lo que estaba programada su arribo, Zulema llegó con una cabeza de puerco, otra de res, hierbas, una cabeza satánica, cocos, aguardiente y demás materiales para comenzar a hacer su “magia”.
Entre sus cosas también figuraban dos figuras demoniacas en color muy oscuro, pues “negro con negro se mata”, dijo al señalar el panteón. Con algunos movimientos de manos y plantas, la bruja reconoció que el encargado de hacer la maldición celeste “era bueno, porque ya son 20 años sin título”. “Hay evidencias de cuerpos de gallinas y otros animales. Mi trabajo es romper esa maldición”, señaló.
La bruja dijo que su “'protección espiritual” no ayudará a ganar un título de liga porque para ello tendrán que darle acceso a las instalaciones para ayudar a cuerpo técnico y jugadores.
“Nadie me pagó, yo vine por mí. Quiero demostrar que la brujería existe, tanto cosas buenas como cosas malas”,
expresó la bruja, quien aseguró que la Máquina les ganará a las Chivas el sábado 22. “Es mi reto, no te digo cuánto porque no puedo acertar, pero de mi cuenta corre que Cruz Azul va a ganar”.
No es un fracaso
El defensa Francisco Silva admitió que “es un duro golpe cuando no clasificas” a la liguilla, pero matizó que no es un fracaso, porque desde un principio el Cruz Azul intentó jugar bien.
La Máquina se encuentra en la posición 15 del Clausura 2017, con 14 puntos y matemáticamente tiene posibilidades de obtener su boleto para la fiesta grande. Sin embargo, primero tiene que ganar sus tres encuentros faltantes de la temporada regular y, después, esperar combinación de resultados negativos de siete equipos.
“Es duro no clasificar”, compartió Silva ayer en conferencia de prensa. Cuestionado de si fue un fracaso, dijo que “ustedes lo pueden llamar como quieran, yo no lo voy a llamar fracaso, porque se intentó desde el primer partido jugar bien”.
“Se cometieron errores puntuales en partidos, en los que merecíamos el triunfo y hoy pagas las consecuencias de eso”, expuso.
El chileno admitió que no fue un buen torneo para él, pues las lesiones le pasaron factura. “(El Clausura) fue un torneo que no lo podría llamar malo, pero no fue bueno para mí”, puntializó.—