Embargan a una automotriz
Problemas para firmas foráneas en Venezuela
WASHINGTON (EFE).— Un anuncio de que General Motors (GM) que cesará sus operaciones en Venezuela es la última muestra de las graves dificultades económicas que están teniendo los fabricantes estadounidenses en el país suramericano.
La firma informó que su planta de montaje de Valencia, que hasta el año 2015 producía vehículos en Venezuela, fue “confiscada de forma inesperada por las autoridades públicas, impidiendo las operaciones”.
General Motors Venezolana había dejado de montar vehículos en Valencia en 2015 ante la imposibilidad de conseguir los componentes que necesita para producir automóviles a consecuencia de las políticas gubernamentales que limitan a las compañías el acceso a dólares para llevar al cabo sus importaciones.
En el pasado, la firma, que se estableció en Venezuela en 1948 y es la fabricante de automóviles más antigua del país, producía unidades de la marca Chevrolet, como el Aveo o el Spark.
“Ayer (miércoles) la planta de GMV fue confiscada de forma inesperada por las autoridades públicas, impidiendo las operaciones normales. Además, otros activos de la compañía, como los vehículos, han sido tomados de forma ilegal de sus instalaciones”, dijo el fabricante en un comunicado.
“La confiscación fue otorgada y aplicada con total desprecio del derecho de GMV al proceso debido, causando un daño irreparable a la compañía, a sus 2,678 empleados, sus 79 concesionarios (la red de servicio mayor del país con más de 3,900 trabajadores) y sus proveedores”, añadió la empresa.
Indicó que el cese de sus operaciones asegura, hasta donde lo permitan las autoridades, que sus empleados reciban compensación.
Los problemas de GM en Venezuela no son únicos entre los fabricantes de automóviles estadounidenses asentados en el país.
Otros dos fabricantes estadounidenses, Ford y el grupo Fiat Chrysler, también cuentan con plantas de producción que tienen problemas ante la falta de suministros por la imposibilidad de acceder a dólares para las adquisiciones.
Orden de investigación
Por otra parte, el presidente Nicolás Maduro anunció ayer que solicitó investigar a la filial en el país de la empresa de telecomunicaciones española Movistar, a la que acusó de haberse sumado a la “convocatoria golpista” contra la nación.
En cadena obligatoria de radio y televisión desde un acto en Caracas, el mandatario afirmó que la empresa telefónica cada dos horas mandaba millones de mensajes a los usuarios de Movistar de teléfono e internet relacionados con la manifestación opositora del pasado miércoles.
Maduro aseguró que la empresa española “debe saberlo, no es su función” y afirmó que “en esa convocatoria golpista se invirtieron más de 100 millones de dólares”.