Autopsia confirma el suicidio
Hernández habría dejado versículo bíblico en el lugar
Aaron Hernández, ex jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra que en 2015 fue sentenciado a cadena perpetua por homicidio, se suicidó el martes pasado en su celda, revelaron los resultados de su autopsia dados a conocer ayer.
El médico forense Henry Nields concluyó, tras la autopsia realizada, que Hernández había muerto a causa de asfixia por ahorcamiento, y que su cuerpo no presentaba señales de resistencia, por lo que, los señalamientos de la familia, que pensaban que pudo haber sido asesinado en la cárcel, quedan totalmente descartados.
El fiscal del distrito de Worcester, Joseph Early, explicó que Hernández estaba encerrado en su celda alrededor de las 20 horas locales, y que nadie entró a ese recinto hasta que un oficial del penal observó su cuerpo ya sin vida a las 03:03 horas del miércoles.
El oficial forzó la puerta de la celda, que estaba atascada por un pedazo de cartón, de acuerdo con Early.
Antes de morir, Hernández habría colocado un versículo de la Biblia en su frente: “Juan 3:16”, de acuerdo con la cadena CBS.
El ex receptor de los Patriotas de Nueva Inglaterra tenía definido que la madrugada del 19 de abril se iba a suicidar, pero antes realizó actividades previas.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”, es la cita del versículo que encontraron.
Algunas versiones dentro de la prisión indicaron que Aaron Hernández habría fumado marihuana sintética previo al suicidio. Esta situación está bajo investigación, en el hecho de saber cómo consiguió la droga el ex jugador de los Patriotas.
Donarán su cerebro
Los familiares quieren donar el cerebro de Hernández a la ciencia, pero funcionarios de Massachusetts se niegan a entregárselos, pese a que ya pusieron a disposición de una funeraria el resto del cuerpo, señaló el abogado del ex astro de la NFL.
José Báez, abogado de Hernández, dijo que la familia acordó que investigadores de la Universidad de Boston que realizan un estudio de trauma cerebral en atletas, se quedaran con el cerebro de Hernández tras la necropsia. El forense entregó los restos de Hernández, pero el abogado afirmó que no han devuelto el cerebro.—