El Sena se estabiliza en París
Se mantiene la alerta ante las posibles lluvias
PARÍS (EFE).— El nivel del río Sena se estabilizó ayer a su paso por París, después de que su aumento de caudal haya perturbado los transportes públicos, mientras en la región parisina la subida de las aguas del Sena causó, al menos, 1,500 desalojados y dejó a otros tantos hogares sin luz.
En su último parte, la Prefectura (delegación del gobierno) de la región parisina Îlhe de France informó que el caudal del Sena se estabilizó en torno a los 5.85 metros, cota aún lejos de los 6.10 metros de 2016, cuando las aguas generaron la muerte de dos personas y daños por valor de 1,000 millones de euros, como de los 8.62 metros registrados en 1910.
El Ejecutivo pronosticó una lenta disminución del nivel de las aguas a partir de hoy, que llevará el caudal a los 5.5 metros hasta el miércoles por la mañana.
No obstante, la alerta naranja —la segunda más grave en una escala de cuatro— aún sigue vigente en París y en otros siete departamentos franceses debido a la excepcional cantidad de lluvia registrada en diciembre de 2017 y enero de 2018.
Según el organismo gubernamental que controla las crecidas de los ríos, Vigicrue, esta alerta se debe a la posibilidad de que se generen importantes inundaciones que puedan causar cortes en la electricidad.
En la capital francesa, no se registraron víctimas o desalojados, pero sí trastornos en los concurridos transportes públicos.
La línea C del tren urbano RER C y siete estaciones de metro próximas al Sena tuvieron que cerrar por culpa de la crecida fluvial.
También se mantendrá cerrado al tráfico fluvial el río durante varios días, puesto que el nivel elevado de las aguas impide que se pueda pasar bajo los puentes.
Vigicrue avisó, no obstante, que el descenso del caudal del Sena es susceptible de ralentizarse o incluso de sufrir una ligera subida debido a las precipitaciones que se prevén a mitad de semana.
Al menos 1,500 hogares de 6.2 millones han resultado afectados por la crecida y otras tantas personas tuvieron que ser desalojadas.
Hasta Champagne-sur-Seine, a una media hora al sureste de París, se desplazó el ministro de Ecología, Nicolas Hulot, quien visitó el puesto de mando de los bomberos de la localidad.
“El presidente (Emmanuel Macron) me pidió que traslade un mensaje de amistad, fraternidad y solidaridad a los damnificados”, aseguró a los periodistas Hulot, el número tres del gobierno de Macron.
El ministro asumió también que a su Ejecutivo le gustaría hacer más de lo que está a su alcance para atenuar las consecuencias de las inundaciones.
“Este tipo de acontecimientos nos exponen a nuestros propios limites”, lamentó el funcionario.
En la cuenca del Marne, afluente del Sena, las autoridades están también en alerta naranja, en localidades como Gournay-sur-Marne (este de París) y Chalifert y Meaux (noreste).
En esas tres localidades de Îlhe de France se han batido los récords de caudal de 2001, considerado un año de referencia por los servicios meteorológicos.
Además de la cuenca del Sena, una parte del caudal del Saona, el principal afluente del Ródano (sureste de Francia), también está en alerta naranja.