Se descarrila el tren
Caos de 12 horas por el rescate de la maquinaria
Un tren se descarriló ayer en el cruce de las avenidas Pérez Ponce y Alemán, lo que causó una serie de perjuicios durante varias horas.
Se tuvieron que utilizar dos enormes grúas para poner de nuevo en las vías de donde se salieron a dos vagones y una locomotora. Las labores demoraron debido al peso de los vagones, al hundimiento de las llantas en la tierra y a la carga que transportaba, que era turbosina.
Se informó que el problema es que los rieles ya se encuentran a la misma altura del pavimento, lo que ocasionó el descarrilamiento.
Con el apoyo de dos enormes grúas y luego de cinco horas de intensa labor, dos vagones y una locomotora fueron puestos en las vías de donde se salieron en las primeras horas de la mañana, por el mal estado de las paralelas.
El accidente fue en el cruzamiento de las avenidas Pérez Ponce con Alemán, a corta distancia de la conocida “Casa Fáller”, cerca de Itzimná. En ese cruzamiento se registraron algunos problemas para el paso de otros vehículos, ya que por las labores de rescate se invadieron los caminos que confluyen en ese sitio, aunque el problema no fue mayúsculo porque los vagones no invadieron las calles.
El problema mayor era levantar la locomotora que pesa 140 toneladas, aunque fue menor el esfuerzo con los vagones de 100 toneladas.
Como el accidente fue en la ciudad, la empresa Istmo de Tehuantepec que opera el ferrocarril contrató los servicios de dos enormes grúas con capacidad para levantar 70 toneladas. Cada hora de trabajo cuesta unos $15,000, incluyendo el traslado.
Palancas, cables de acero, placas metálicas, grasa, durmientes nuevos, picos, palas y otras herramientas de los servicios ferroviarios fueron las utilizadas por una treintena de trabajadores del riel, entre los que están “truqueros” y reparadores de vías.
La causa del percance fue el vencimiento de los rieles en ese cruzamiento, ya que el “hongo” de dos tramos de riel cedió ante el paso del convoy formado por dos locomotores, dos vagones y algunas “planas”. El tren iba al patio de maniobras de la ex-Estación Central.
El problema fue cuando pasaron la segunda locomotora y los dos vagones, cuyas ruedas se quedaron sobre el pavimento, casi en el entronque con la colonia Alemán.
Se explicó que el “hongo” es el tramo delgado ubicado entre la base del riel y la parte superior donde se asientan las ruedas. En dos metros cedió esa parte, lo que hizo que las “cejas” se salieran del camino y el paso se descontrolara. Un aviso a tiempo hizo que el maquinista detuviera el camino y así se evitó que más “unidades” se descarrilaran.
El percance fue cerca de las siete de la mañana y el rescate concluyó a las dos de la tarde, y poco después se repusieron las vías. Las dos grúas prácticamente levantaron un extremo de la locomotora, en tanto los “truqueros” usaron “gatos” con capacidad de 50 toneladas para encarrilar las ruedas.
“Hemos ido a descarrilamientos más aparatosos, en el monte...”, fue el comentario de uno de los ferrocarrileros que acudieron a restablecer el paso de los trenes en ese cruzamiento.
El hecho generó caos vehicular por 12 horas en esa zona del norte de Mérida. Decenas de personas llegaron tarde a sus labores, además de que hubo retraso en el transporte público, tanto local como foráneo.
Sobre la avenida Pérez Ponce, entre la Alemán y la calle 50, se registraron largas filas pues la policía sólo pudo habilitar un carril para la circulación vehicular.
Debido al apuro por salir de esa zona hubo cinco accidentes por alcance, cuyos involucrados no reclamaron daños, pero sí recrudecieron el congestionamiento vial.—