Muerte después de un arresto
Investigación a policías por el caso, en Progreso
La Fiscalía General de Yucatán investiga las causas del fallecimiento de una persona que estaba sujeta a proceso judicial por robo, luego de que fue detenida por agentes de la policía municipal de Progreso.
Los policías progreseños dijeron que el presunto ladrón sufrió heridas graves en la cabeza al caer al pavimento durante una persecusión y por eso fue ingresado al hospital O’Horán, donde falleció. Sin embargo, otra versión indica que los golpes en la cabeza habrían sido con macanas de los policías y por eso la Fiscalía investiga si hay responsabilidad de los agentes municipales.
Una de las hipótesis del caso es abuso de autoridad y tortura. El occiso, detenido en anteriores ocasiones, había llegado a Progreso hace varios años de Querétaro.
“La ludopatía es un trastorno que puede llevar hasta la muerte a la persona que lo padece”, advirtió el doctor Manuel Ruiz Mendoza, comisionado estatal contra las adicciones y subdirector de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
El psiquiatra ofreció una plática en el marco de la inauguración del local de la agrupación Jugadores Anónimos, grupo “Un Día a la Vez”, cuya misión es compartir entre los integrantes experiencia, fuerza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse.
En 2014 se midió por primera vez el avance de este padecimiento en la entidad, por medio de la Encuesta Estatal de Adicciones, dijo.
Con ella, agregó, se observó que ya representa un serio problema de salud en Yucatán y es necesaria una nueva encuesta para saber cuánto ha avanzado este mal que se presenta por igual en hombres o mujeres.
El médico explicó que ludópatas son aquellos que tienen la predisposición de que cuando empiezan a jugar no pueden parar.
Incluso, tienen la inteligencia de prever qué puede pasar sí se convierten en jugadores adictos, pero no pueden parar porque tienen la compulsión del juego.
Esta compulsión es independiente de si ganan o no porque buscan la emoción, están predispuestos y son adictos vulnerables, explicó. “No depende de cuánto ya perdiste o ganaste, es el que tiene la imposibilidad de dejar de jugar, la falla en el control de los impulsos”.—
“No todos los que juegan son ludópatas. El término se refiere a la persona obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar en forma persistente y progresiva”, señaló el doctor Manuel Ruiz Mendoza, Comisionado Estatal contra las Adicciones y Subdirector de Salud Pública de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
En el marco de la inauguración del nuevo local de Jugadores Anónimos, Grupo “Un Día a la Vez”, el médico explicó que hay quienes juegan, pero deciden cuándo dejar de hacerlo y no sienten el impulso de continuar.
“El ludópata no puede parar y aunque sepa que está mal y que le afecta, sigue, pues la emoción lo domina por completo”, dijo.
El psiquiatra advirtió que de no tratarse, este trastorno puede afectar de manera muy severa a quien lo padece, tanto en lo familiar, social, laboral y económico como en la vida misma.
La ludopatía se presenta en todos lados, indicó, así sea Yucatán o Monterrey. Es consecuencia de la nuevas adicciones que nos van invadiendo con más emociones y atractivos, lo que no ocurría hasta que se difundieron las nuevas formas de jugar.
¿Cómo detectar si un familiar es ludópata?, se le preguntó.
“Es una situación muy real. Lo clásico de los que llegan a la consulta es que el hijo o el esposo lo haga a escondidas, no lo dicen ni lo presumen, pero saben que lo están haciendo y cuando tienen que pagar una cantidad grande y piden ayuda es cuando se dan cuenta del problema, cuando la gente ya necesita ayuda”.
Ruiz Mendoza destacó que lugares como la sede del Grupo “Un Día a la Vez” ayudan mucho y es necesario hacerles saber a la sociedad que existen, que la adicción al juego es un padecimiento severo, pero que también hay una salida, comentó.
En la reunión posterior a la inauguración se informó que jugar de manera compulsiva es una enfermedad de naturaleza progresiva que nunca puede curarse, pero sí detenerse.
“Antes de venir a Jugadores Anónimos, muchos se veían a sí mismos como personas
moralmente débiles o sin valor alguno”, explicó un integrante.
Asimismo, puntualizó que el concepto de jugadores anónimos es que en realidad son personas enfermas que pueden recuperarse si siguen un programa sencillo que ha demostrado tener éxito para miles de hombres y mujeres con problemas de adicción al juego.—