Inventario de riesgos
El Centro para la Productividad de Yucatán pasa lista a los peligros que acechan en el horizonte a la economía del país y del Estado.— Será otro año de bajo crecimiento
Este año Yucatán sumará a sus propias incertidumbres y retos los que plantea un entorno exterior —mundial y nacional— sumamente desafiante. En su nuevo reporte, “Perspectiva económica 2018”, el Centro para la Competitividad (CCY) acecha el futuro cercano para advertir sobre los potenciales riesgos que podrían agregar más inestabilidad a un escenario de por sí turbulento.
El informe también es un inquietante repaso de variables y temas que muestran los desafortunados contrastes de México con otras economías y que dejan la sensación de que seguimos lejos de la ruta del crecimiento suficiente y sostenido.
Según el CCY, algunos de los factores internacionales a vigilar en 2018 son:
1. Los conflictos geopolíticos, “en especial la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, que podría salirse de control en cualquier momento”, comenta Gustavo Cisneros Buenfil, presidente de Coparmex.
2. Elecciones presidenciales en América Latina. Costa Rica (febrero), Paraguay (abril), Colombia (mayo), México (julio), Brasil (octubre) y Venezuela (diciembre) acudirán a las urnas en procesos que podrían terminar redibujando radicalmente el mapa político regional.
3. Elecciones en Europa: presidenciales en Rusia, Finlandia, República Checa, Irlanda y Chipre. Legislativas en Italia, Hungría, Eslovenia, Suecia y Letonia. “Hay mucha polarización en algunos países y los movimientos radicales amenazan con ganar terreno”, apunta.
4. El Brexit. Sigue su paso, se anuncia que los costos van a ser enormes y se habla de que la mayoría de los británicos quiere una nueva consulta.
5. Elecciones legislativas en EE.UU. (noviembre). Se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. “Muy importantes. Trump ganará o perderá poder”.
5. El ciclo alcista de las tasas de interés en EE.UU. y sus consecuencias en México.
6. La reforma fiscal en EE.UU., “que le traerá un ciclo de fortaleza económica en el corto plazo, pero que a la larga provocará un déficit fiscal que alguien tendrá que pagar”.
Entorno volátil
La agenda nacional también estará repleta de eventos que podrían agravar la delicada situación económica, política y social del país y, en consecuencia, del Estado, advierte el CCY:
1. La renegociación del TLC. “La decisión de si continúa o se anula probablemente no se tome en 2018, pero es una fuente de constante incertidumbre. Los negociadores mexicanos están jugando bien sus piezas y meten presión a través de empresarios y de los gobernadores de los estados que tienen vínculos comerciales con México”. 2. Elecciones de julio. 3. Consecuencias del año electoral, con aumento del gasto público en el primer semestre y caída del mismo en el segundo semestre.
4. Liberalización de los precios de los energéticos después de las elecciones.
5. Evolución de la inflación. El Índice Nacional de Precios al Consumidor se elevó significativamente en 2017.
6. Será otro año de débil crecimiento económico.
7. Evolución de la inversión pública y privada. “Una vez más en el Presupuesto aparece poca inversión pública y la privada, por ser año electoral, también se está frenando”.
8. Aumento de la deuda de los hogares: al tercer trimestre de 2017 representó 16% del PIB ($3.5 billones, cifra sin precedente).
PIB mundial
Tras mostrar el discreto lugar que ocupa México —–aporta menos del 2% del PIB mundial— en una economía global dominada por ocho países —el G7 y China— que en conjunto representan más del 48% de la producción del planeta, el reporte expone que en los últimos 20 años el crecimiento económico del país se ha encontrado en un promedio próximo al 2% anual, muy inferior al alcanzado por otros países del continente.
Este largo período de poco desarrollo, comenta Cisneros, se debe a factores estructurales que no se han resuelto correctamente, como los bajos niveles de inversión, la baja productividad y debilidad del mercado interno, por mencionar tres. “Llama la atención el ritmo al que crecen países emergentes como China, India y Chile. México ha desaprovechado su potencial de crecimiento”.
Y al menos en los próximos años las cosas seguirán igual, indica el reporte, que cita una encuesta realizada entre 32 grupos de análisis y consultoría del sector privado nacional y extranjero, según la cual México crecerá 2.2% este año.
El mismo sondeo indica que la inflación anual será de 3.9%, el tipo de cambio cerrará en 18.83 pesos por dólar y la tasa de fondeo será del 6.78%.
El efecto Trump
En el comercio mundial, los mismos ocho países —G7 y China— aportan el 45% de las exportaciones. México representa el 2%, un porcentaje más alto que el de países como Brasil y Rusia.
En este apartado, llama la atención un dato: antes de la era Trump, 80% de las exportaciones mexicanas tenía como destino EE.UU., pero a raíz de las declaraciones del presidente sobre el futuro de la relación comercial entre ambos países, se disparó al 88.3%, un récord.
Como consecuencia, el superávit comercial con Estados Unidos también se ha incrementado. “El saldo a favor es de 66,000 millones de dólares. Obviamente ni comparación con los 300,000 millones de dólares del déficit con China, pero sí llama la atención cómo está creciendo en los últimos años”.
Vulnerabilidad
Otro riesgo latente ante la coyuntura actual es el alto nivel de dependencia de las importaciones de petrolíferos, advierte el informe, que señala que el año pasado se compró en el extranjero el 52% de las gasolinas, diésel, gas licuado, combustóleo y combustible industrial que se consumieron en el país.
Para este año se busca reducir al 41.3% esa dependencia, según la Secretaría de Energía.
“La expectativa a largo plazo, cuando la reforma energética rinda los resultados que se esperan, es que la importación de petrolíferos baje al 19.1% (en 2026) de la demanda nacional. Pero mientras eso llega, el 70% de las gasolinas se trae de fuera. El mes pasado Pemex registró la peor producción de su historia reciente”, comenta Cisneros.
El fantasma de la inflación
El documento del CCY también analiza el repunte de la inflación, que tras varios años bajo control ha vuelto a ser un problema.
El año 2017 cerró con la mayor alza de precios de los últimos 17 años (6.77%). “No es para asustarse, pero este es un gran problema para el gobierno, porque tendría que ajustar muchas variables en un año electoral para poder contener el proceso inflacionario”, señala.
“En los próximos meses podría haber una estabilización, pero debido a que la base comparativa quedó muy alta. Veremos cómo de febrero del año pasado a este febrero no habrá un gran brinco”, agrega.
La inflación pega fuerte. La canasta básica se encareció 25.6%, pasó de costar $1,254 en diciembre de 2016 $1,575.60 a finales de 2017.
Más gasolina al fuego
Y 2018 comienza como empezó 2017: con incrementos diarios en las gasolinas, que ha sido la principal causa del desbocamiento inflacionario.
En lo que va del sexenio peñista los combustibles se han encarecido más del 60%. En 2013 un litro de Premium costaba $11.48, hoy está en $18.23; el Diésel estaba a $11.28 y actualmente ronda los $17.66 y la Magna pasó de $10.92 a $16.69. Llenar un tanque de 50 litros con Premium costaba hace cinco años $574, pero actualmente hay que pagar $911.5.
Y las cosas están mucho peor con el gas LP, que usan casi todos los hogares del país, cuyo precio se disparó 41% en un año. Un trabajador con salario mínimo ($88.36) debe trabajar 4.5 días para comprar un cilindro de 20 kilos, que cuesta unos $400.
Y en esta ola alcista las tarifas eléctricas son causa de irritación en el sector productivo, que se queja de fuertes incrementos —en algunos casos del 400%— en las tarifas eléctricas.
De mal en peor
En contraste con la imparable subida de los precios, en los últimos 15 años el sueldo de los mexicanos ha perdido 88% de su valor real, mientras en otros países ha tenido una apreciación, señala el reporte. Por 180 horas de trabajo, un mexicano recibe 92 dólares, mientras que un argentino gana 530, un uruguayo 470, un chileno 455 y un guatemalteco 407. Todos los países del continente están mejor que México, con excepción de Venezuela. Ya estamos en este sentido como Venezuela... ¿qué falta?—
La decisión de si continúa el TLC o se anula probablemente no se tome en 2018, pero es una fuente de constante incertidumbre, advierte el Centro para la Competitividad (CCY)