Diario de Yucatán

El trabajo en el hogar

- RUBÉN OSORIO PAREDES (*) juridicofa­cil@hotmail.com Rubén Osorio

Ana es esposa y madre de familia que a pesar de haber estudiado la profesión de contadora nunca la ejerció a lo largo de 30 años de matrimonio, se casó por bienes separados y durante el tiempo que estuvo casada siempre se dedicó al cuidado del hogar y de los hijos quienes ya son mayores de edad, no tiene bienes propios y la casa donde vive hasta hoy es propiedad de su esposo quien le acaba de pedir el divorcio.

¿A dónde irá a vivir Ana cuando se divorcie? Ella sabe que tiene derecho a una pensión alimentici­a, pero ¿se le reconocerá todo el tiempo que se dedicó a las labores del hogar y de los hijos para que su esposo trabajara más tiempo y construyer­a el patrimonio familiar?

Pues bien, el cónyuge que exclusivam­ente desempeñe el trabajo en el hogar o se dedique al cuidado de los hijos tiene derecho a que esas labores sean considerad­as una verdadera contribuci­ón económica al sostenimie­nto de la familia.

De hecho, no obstante el régimen de separación de bienes pactado por los cónyuges, cuando uno de ellos no adquiera bienes por dedicarse exclusivam­ente al cuidado del hogar o de sus hijos o hijas, tendrá derecho a exigir que el otro divida por la mitad los beneficios netos obtenidos durante el período en que se produjo la imposibili­dad para trabajar, siempre que el cónyuge reclamante no posea bienes suficiente­s para cubrir sus necesidade­s.

EN SÍNTESIS

No importa si estás casada bajo el régimen de separación de bienes, si durante el transcurso del matrimonio sacrificas­te tu desarrollo laboral en aras de atender en exclusiva el hogar familiar para que tu cónyuge pase más horas en la oficina trabajando y desarrollá­ndose profesiona­lmente a fin de proveer más y mejor sustento económico, y por ende formar un patrimonio, tienes derecho a que los bienes adquiridos por aquél durante el matrimonio sean divididos por la mitad o en su caso a una compensaci­ón económica, que no puede ser superior al 50% del valor de los bienes que hubiere adquirido.

Estimado lector, piense por un momento lo siguiente: ¿usted cree que un esposo y padre de familia hubiese podido desarrolla­rse profesiona­lmente, dedicarle más horas al trabajo y formar un patrimonio sólido y estable sin tener a su lado a una esposa que administre, ordene y cuide del hogar y los hijos, mientras usted trabajaba? Si su respuesta es no, entonces está de acuerdo conmigo con la frase: “A lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer”. ¡Hasta la próxima!— Mérida, Yucatán.

El cónyuge que desempeñe el trabajo en el hogar o se dedique al cuidado de los hijos tiene derecho a que esas labores se consideren una verdadera contribuci­ón económica

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico