Diario de Yucatán

Un poco de historia

- LEÓN DÍAZ MARTÍN (*)

En algunas ocasiones nos enteramos de personas o personajes que quizá para presumir, demostrar “conocimien­tos”, proyectar o mantener imagen, o simplement­e llamar la atención hacen declaracio­nes u opinan sobre cosas que poco o nada saben. Esto es algo que casi siempre ocurre entre políticos y funcionari­os al hablar en eventos públicos en los que participan o son el centro del acto.

Esto viene a cuento debido a que el año pasado, cuando inició actividade­s la nueva planta cervecera en las inmediacio­nes de Hunucmá, según crónica del Diario (mayo 3/2017), también se habló de otra industria y se dijo “Hunucmá también tendrá por primera vez en su historia una red ferroviari­a porque, (...) además de la central ferroviari­a de Umán, la vía se extenderá para que llegue a la zona industrial de Hunucmá”; craso error cometido tal vez por no saber del tema o por desconocim­iento de una parte de nuestra historia.

Hablar de ferrocarri­les es referirse a algo de importanci­a que en su momento significó un gran adelanto para nuestro país, porque esa industria significó un paso al progreso y superación, sin olvidar el papel que jugó durante la revolución. En el caso particular de nuestra entidad, también fue de mucha significac­ión pues, para orgullo nuestro y hasta donde se sabe, Yucatán fue el único estado de la República que tuvo sus propios ferrocarri­les, construido­s por visionaros con deseos de progreso y superación, porque yucatecos fueron los inversioni­stas y constructo­res, y yucateco fue el dinero que se empleó en la construcci­ón, como se menciona en el libro “Los ferrocarri­les de Yucatán a la luz de la historia”, escrito por el señor Miguel Vidal Rivero, publicado en 1960, y al que se acude en breve repaso histórico, para conocimien­to de muchos, en el que se menciona a personajes y proyectos ferroviari­os para la región peninsular, aunque todo aquello se fue olvidando poco a poco y el posible descuido de la industria fue tal hasta llegar al grado de ser vendida a la iniciativa privada.

Como se puede ver, el ferrocarri­l a Hunucmá no es nada nuevo, como erróneamen­te se dijo, como tampoco la idea de construir una vía férrea al Estado de Quintana Roo, ya que de esto último se sabe que existe un proyecto que se hizo en la década de los 70 del siglo pasado, que consiste en un circuito Escárcega-Chetumal-Mérida-Escárcega, que bien podría retomarse y actualizar para ponerlo en práctica, lo que significar­ía tal vez un costo menor para la época de austeridad que se propone.

La vía del ferrocarri­l Mérida-Hunucmá, o sea, un ramal de Umán a ese lugar, fue desmantela­do en los años 50 del siglo pasado, según el libro “Nos llevó el tren”, de Pedro Echeverría V., publicado en 1999.

Por lo que respecta al mencionado Tren Maya, resulta un proyecto ambicioso por lo poco que se ha dado a conocer y al respecto se han expuesto varias ideas de diversos sectores, pero cada uno habla por sus propios intereses. El sector turístico habla de trenes de pasajeros para movilizar turismo, pero habría que saber la cantidad de gente que visita las zonas arqueológi­cas que se incluyen en el proyecto y si reditúa el servicio; también se ha mencionado trenes mixtos, pero un tren de pasajeros corre a mayor velocidad que uno de carga. Cabe señalar que lo que transporte un tren de 60 unidades arrastrada­s por una sola locomotora reduce costos y contamina menos, comparado con el transporte carretero.

Es entendible que el próximo presidente tenga la idea de beneficiar a su estado natal, pero si se trata de austeridad como ha pregonado, tal vez lo indicado sería mejorar y trabajar con lo que se tiene.— Mérida, Yucatán.

————— (*) Escritor

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