Atiborran las calles
“Conforme el día 24 se acerque esto se pondrá peor...”
“Casa llena”. Así luce el centro de Mérida y las plazas comerciales en el segundo fin de semana de diciembre y a 16 días de la Nochebuena.
Desde temprana hora el Centro vivió un caos, sobre todo cerca de la Plaza Grande, pues con motivo de La Noche Blanca se cerraron al tránsito las calles 62 y 60 y sus tramos de la 61 a la 63 para la instalación de escenarios musicales.
Calles como la 58, 56, 54, 63, 61 y 65, así como los pasajes Yucatán, Seijo y el antiguo Portal de Granos, se observan repletos de transeúntes, quienes para avanzar tienen que arriesgarse a caminar sobre el arroyo vial.
En numerosas ocasiones los policías le llamaron la atención a conductores y transeúntes: a los primeros por pasarse los altos en rojo o quedar sobre las líneas de paso peatonal, y a los segundos porque cruzaron de una acera a otra intempestivamente, sin respetar semáforos o señales de cruce.
Ropa, regalos, juguetes, calzado, electrónica y computación son los comercios donde se observa mayor número de personas.
En centros comerciales los estacionamientos se observan también llenos al igual que los negocios que los rodean, como sucede en las plazas Las Américas y Do- rada, donde las mesas del área de restaurantes están ocupadas, y en los pasillos muchas personas observan y comparan precios.
Hace poco la Policía Municipal informó que en los últimos días la afluencia de visitantes en el primer cuadro casi se duplicó en relación con el fin de semana pasado, por el inicio de las ventas navideñas.
La corporación pronostica que este fin de semana el número aumente aún más y que hoy domingo llegue a 400,000.
“Sí se ve bastante gente, se nota enseguida el aumento y más aquí en el Centro, pues viene mucha gente de los municipios del estado que
llegan en los colectivos por las mañanas y se van por la tarde, aquí hacen sus compras”, comentó un policía apostado en un cruce de la Plaza Grande.
El agente señaló que muchas personas cruzan sin fijarse, más preocupadas por cargar bolsas que por ver si viene algún vehículo.
“Conforme se acerque el 24 esto se pone peor”, aseguró Rodrigo Luna, un taxista de la ciudad.
Durante las horas pico ir en auto es un suplicio, pues uno avanza a vuelta de rueda y cuidando no atropellar a alguien que cruza de manera descuidada, o a quien camina entre los coches.—