Pesimismo y temor
La edición 49 del Foro Económico acaba con dudas
DAVOS (Notimex).— La 49 edición del Foro Económico Mundial concluyó con pesimismo e incertidumbre sobre la evolución de la economía global durante este año y el temor, incluso, a que en 2020 se pueda producir una recesión.
Desde su apertura el pasado lunes, la mayor cumbre mundial del año de las elites empresariales, económicas y políticas comenzó con mal pie con una revisión a la baja del FMI, en dos décimas, del crecimiento mundial esperado para este año, que quedó establecido en sus previsiones en 3.5%.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, reconoció que “después de dos años de sólida expansión, la economía mundial está creciendo más despacio de lo esperado y los riesgos están creciendo”.
Sin embargo, la exministra francesa de Economía rechazó rotundamente que la economía mundial esté en una situación de riesgo como para caer en una recesión como la del año 2008.
Pero con el paso de los días en el foro, que se clausuró el viernes, los datos, comentarios y estimaciones no pudieron levantar la moral de los empresarios y economistas, sino de inquietarla hasta el punto de que el término “recesión” comenzó a circular por los debates.
El día de la inauguración, la consultora Price Waterhouse publicó una encuesta de presidentes de grandes empresas de todo el mundo en la que, al contrario que el mismo sondeo del año pasado, la mayoría se mostró poco o nada optimista sobre sus negocios y el crecimiento económico este año.
La publicación de la previsión del menor crecimiento del PIB de China de los últimos 30 años desplomó aún más los ánimos de los líderes asistentes al foro, aunque la delegación china le quitó importancia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, confirmó a su vez la existencia de varias señales de ralentización de la economía mundial y aseveró que están ligadas a las relaciones internacionales, a las tensiones comerciales entre países, China y Estados Unidos en particular, y al cambio climático.
Finalmente, con todos esos comentarios, la cumbre terminó sin esperanzar a los asistentes ni despejar las dudas que pesan sobre la evolución económica, aún con las secuelas del temor de una crisis como la de 2008, que según dijo la canciller alemana, Angela Merkel, “todavía no está superada”.
Pero por ahora, las previsiones del FMI descartan tal posibilidad y prevén incluso que el PIB mundial crezca 3.6%.