“Un año de retos”
El país, en una etapa de desaceleración que podría afectar a Yucatán hacia el segundo semestre, alertan en un foro en el Diario.— Impacto y significado de la austeridad
Una combinación de factores internos y externos pone a Yucatán este año ante un escenario de desaceleración económica que no impactaría tanto a sectores que han mostrado fortaleza en los últimos años, como las manufacturas y los servicios, sino a aquellos menos favorecidos, como el campo y otros de las zonas rurales, según advirtieron especialistas en un foro convocado por el Diario.
Desde el año pasado, señalaron, el país entró en una etapa de desaceleración, como lo han detectado incluso los organismos internacionales, que están bajando sus pronósticos de crecimiento. Se anticipa que esta “parte baja de crecimiento” esté afectando a Yucatán hacia mediados del año.
Además de esa tendencia nacional a la baja, factores como las políticas y proyectos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las fortalezas y debilidades de la economía yucateca, las tasas de interés en Estados Unidos y hasta la necesidad de observar a detalle las estadísticas económicas para un análisis real fueron temas que se abordaron en el foro sobre lo que depara 2019 para Yucatán.
Los cuatro invitados fueron el doctor Raúl Vela Sosa, especialista en Comercio Internacional y exdirector de la Facultad de Economía de la Uady; el licenciado José Antonio Loret de Mola Gómory, presidente de Coparmex Mérida; el maestro en Economía y Administración Álvaro Cano Escalante, coordinador del Centro de Acompañamiento y Fortalecimiento de la Sociedad Civil en la Península de Yucatán, y el maestro Gabriel Rodríguez Cedillo, coordinador de Educación Continua de la Facultad de Economía de la Uady.
En esta primera entrega nos referiremos a cómo vislumbran el futuro yucateco para este año y a los posibles efectos de las políticas públicas federal y estatal. Mañana daremos cuenta de las advertencias que hicieron sobre el proyecto de hacer en Progreso una Zona Económica Especial y el martes, de algunas recomendaciones para hacer frente de mejor manera a los desafíos este año.
El doctor Vela destacó la importancia de poner en la dimensión correcta la realidad de la economía yucateca, con objeto de hacer un mejor análisis sobre su estado actual y su futuro, ya que “a veces se ha sobrepublicitado algún indicador”.
Por ejemplo, dijo, se habla de un crecimiento industrial de Yucatán en los últimos años, pero si nos vamos al detalle nos daremos cuenta de que no es un crecimiento industrial, sino manufacturero. Y las manufacturas son solo una parte de la industria, apuntó. También se dice que el crecimiento de Yucatán ha estado por arriba de la media nacional —añadió—, pero también habría que recalcar que Chihuahua, por ejemplo, con su 2% de crecimiento, aporta seis tantos más que Yucatán al Producto Interno Bruto nacional. Su pronóstico es que el crecimiento de Yucatán este año será moderado, con efectos positivos en sectores como el de servicios, industria de alimentos, hotelería, turismo y manufacturas. Los efectos negativos los prevé en el sector primario —sobre todo el agrícola—, porque está bastante desatendido en el presupuesto, tiene amplios rezagos y ahí está la población más pobre. De acuerdo con José Antonio Loret, el crecimiento de la economía estatal se mantendría entre el 3% y el 4%, impulsado principalmente por la manufactura, la construcción, el sector inmobiliario, el comercio y el turismo.
El empresario subrayó que un eje para que Yucatán se pueda seguir desarrollando como lo ha hecho es la seguridad, pública, jurídica y patrimonial. Pero esta gran fortaleza puede estar puesta a prueba durante los próximos meses, advirtió.
Sobre los programas sociales anunciados por el gobierno de López Obrador, señaló que, si pueden ser analizados en su forma y en su fondo, representan una derrama económica para ciertos segmentos de la población y de una u otra manera compensarían una posible disminución del crecimiento.
Evidentemente hay algo fundamental en el presupuesto federal 2019 que nos hubiese encantado ver y no vimos: la inversión productiva, para infraestructura, añadió. “Entonces vemos, ante un posible escenario de desaceleración, gasto y no inversión”.
Para el maestro Álvaro Cano, 2019 es un año de retos para Yucatán, un estado que aún no tiene una estructura lo suficientemente grande para crecer por sí mismo, independientemente de los movimientos macroeconómicos del país o del extranjero. Otro gran pendiente que ve es la centralización de la economía yucateca en la capital del estado, algo que tiene sentido por la concentración de habitantes, pero se deben encontrar mecanismos para la creación de otros polos de desarrollo en los municipios.
Para el maestro Rodríguez Cedillo, en las condiciones actuales el sector privado tiene la gran responsabilidad de tomar la batuta para seguir el desarrollo, ya que al gobierno le corresponde darle un buen acompañamiento y generar los mecanismos y el entramado institucional.
Los analistas también hablaron de las medidas de austeridad de los gobiernos federal y estatal, y aunque reconocieron que puede tratarse de políticas y señales positivas, hay actores en ambos lados que confunden la austeridad con demagogia y populismo. Gastar solo por gastar no es austeridad, sino una irresponsabilidad, alertaron.
También consideraron que el gobierno federal no gastará menos, sino que hizo una redistribución y reasignación de los recursos para sus programas, con lo que busca de paso evitar el “huachicoleo presupuestal”.
Otros aspectos que subrayaron tienen que ver con la necesidad de que los recursos que se ahorran con la austeridad no se destinen solo a subsidios, que en ocasiones pueden ser muy necesarios, sino también a inversión productiva o a la formación del capital social intelectual, “aunque el presupuesto ya está muy comprometido”.—