Diario de Yucatán

Modelo del Tercer País Seguro

- JORGE CASTAÑEDA (*)

No cesan las medias-verdades, distorsion­es y evasiones del gobierno en materia del acuerdo con Trump sobre migración y aranceles. Tampoco deja de aumentar el número de opositores, disidentes y hasta simpatizan­tes honestos que detectan las deformacio­nes recurrente­s de las autoridade­s al respecto. Más que criticar, entonces, prefiero tratar de compartir informació­n pública y privada con la que cuento, por una razón u otra, y que puede ser pertinente para quienes desean formarse una opinión desapasion­ada del convenio entre López Obrador y Washington.

Tanto funcionari­os mexicanos como estadounid­enses se han referido en sus conversaci­ones y en público al precedente turco. Pompeo y los abogados del Departamen­to de Estado lo citaron como algo deseable en el caso de México; la parte mexicana, sobre todo la embajadora de México ante la Casa Blanca, lo ha invocado también. Pero ni unos ni otras han buscado explicarlo en detalle, ya que compromete las posiciones de ambos.

¿De qué se trata? En marzo de 2016, en plena crisis de los refugiados ————— (*) Excancille­r y analista político sirios, la Unión Europea (UE) y el gobierno de Turquía firmaron un acuerdo global de cooperació­n referente al tema de los refugiados, más no limitado al mismo. En ese momento ya se encontraba­n en territorio turco más de tres millones de refugiados —principalm­ente sirios, en menor medida afganos e iraquís— muchos de los cuales cruzaban en lancha a varias islas griegas cercanas (sobre todo a Lesbos) para allí encaminars­e a otros países de la UE, y finalmente a Alemania. En ese tiempo, la canciller Merkel acogió a un millón de sirios en su país, aceptando las consecuenc­ias adversas de política interna que eso entrañaba. Para los gobiernos involucrad­os, la situación se tornaba inmanejabl­e; de allí el acuerdo.

REGLAS

¿En qué consistió? En primer lugar, efectivame­nte en una variante de Tercer País Seguro, o Primer País de Asilo, o Primer País de Primer Paso (first step). Los refugiados sirios en particular debían solicitar asilo en el primer país cuyo suelo pisaran y permanecer allí, ya que según el acuerdo, Turquía —ese país— era “seguro”. De desembarca­r algún sirio en Grecia sin papeles, después de la firma del acuerdo, sería devuelto a Turquía para solicitar asilo allí. Hasta aquí, lo mismo que viene exigiendo Estados Unidos a México desde 2017, y que de hecho ya hemos aceptado, y que incluso formalment­e nos impondrán en poco tiempo.

Pero el acuerdo entre Turquía y la UE incluía mucho más. En primer lugar, por cada sirio sin papeles devuelto desde Grecia —o Macedonia, Eslovenia, etc— Europa aceptaría un sirio con papeles, obtenidos de una manera u otra —reunificac­ión familiar, calificaci­ones particular­es, etc—. Se llamó el “one for one”.

Enseguida, la UE se comprometi­ó a entregarle a Turquía seis mil millones de euros durante los siguientes tres años para sufragar los costos de absorber a semejante cantidad de refugiados. Asimismo, la EU eliminaría el requisito de visas para ciudadanos turcos que desearan viajar a Europa. Por último, se relanzaría­n las negociacio­nes sobre el acceso de Turquía a la Unión Europea, pláticas estancadas desde el auge del autoritari­smo de Erdogan.

¿Qué ha sucedido? En cuanto a reducir el número de travesías por el Mar Egeo, el acuerdo ha sido un éxito. El flujo disminuyó enormement­e en 2016-2018. En cuanto a deportacio­nes de Grecia a Turquía, o de algún otro país de la UE, la cifra ha sido muy pequeña. No ha prosperado el “one for one”. El dinero ha sido desembolsa­do, pero las visas y el acceso a la UE para Turquía no ha avanzado.

Grupos de derechos humanos criticaron el acuerdo desde un principio. Lo considerar­on violatorio de los principios humanitari­os de la Unión Europea, del derecho internacio­nal de refugiados. Advirtiero­n que podía convertirs­e en un mecanismo para “estacionar” a cientos de miles de sirios en las islas griegas sin devolverlo­s ni permitirle­s seguir su camino hacia Alemania. La propia canciller Merkel declaró hace unos meses que el acuerdo no había funcionado debido a la lentitud del proceso griego de otorgamien­to de asilo, que se demoraba meses, si no es que años, en procesar solicitude­s. Nadie lo considera un modelo hoy, a pesar de sus múltiples componente­s, que van mucho más allá del Tercer País Seguro.— Ciudad de México.

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