Un accidentado festejo
Un tiroteo en las calles empaña el desfile de Toronto
Alrededor de dos millones de personas participaron ayer en Toronto en el desfile de los Raptors, campeones de la NBA, en una fiesta que quedó empañada por un tiroteo que dejó a dos personas gravemente heridas.
La celebración pudo convertirse en una tragedia aún peor por las dos estampidas casi consecutivas que provocó el tiroteo.
El tiroteo se produjo alrededor de las 16 horas en una de las esquinas de Nathan Phillips Square, la plaza situada frente al edificio de la Alcaldía de Toronto, en la que se había instalado el escenario para celebrar.
En el momento del tiroteo y las dos posteriores estampidas, los jugadores de los Raptors ya habían ocupado sus asientos en el estrado junto con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, frente a unas 65 mil personas que abarrotaban la plaza.
Mientras el alcalde de Toronto, John Tory, ataviado con su ya habitual chaqueta dorada de los Raptors, estaba pronunciando su discurso de bienvenida, la multitud se empezó a desplazar.
En el caos, varias personas resultaron heridas, pisoteadas por la multitud. Tras unos breves minutos, se produjo una segunda estampida que hubiese tenido consecuencias más dramáticas si parte de la plaza no se hubiese vaciado tras el primer momento de pánico.
Posteriormente, la Policía de Toronto informó que cuatro personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, y de que se detuvo a tres personas e incautaron dos armas de fuego.
La fiesta continuó
Gran parte del público decidió quedarse en la plaza.
Mientras, sobre el escenario, algunos de los principales jugadores se turnaban al frente del micrófono para agradecer a la ciudad el recibimiento.
Marc Gasol, una de las figuras de los Raptors, se sentó en primera fila junto a Trudeau. En varias ocasiones se vio a los dos reír y charlar animadamente.
Aunque Gasol no tomó el micrófono sobre el escenario, el pivote español sí comentó durante el trayecto por las calles de Toronto que no quería pensar en el hecho de que ha entrado en los libros de historia del baloncesto al convertirse, junto con su hermano Pau, en los dos únicos hermanos que tienen el título de la NBA.
Al jugador catalán se le vio sobre el autobús descubierto en el que los Raptors recorrieron la calles de Toronto gesticulando a la multitud para animar aún más si cabe a los seguidores.
El que sí tomó el micrófono sobre el escenario fue el hispanocongolés Serge Ibaka. Se dirigió a la multitud y les dijo que sabía que Toronto había estado “hambriento” durante años. “Por eso, mis compañeros y yo hemos cocinado este trofeo”, dijo Ibaka señalando el cetro.
Las autoridades calculan que en Nathan Phillips Square se concentraron unas 65 mil personas mientras que en los alrededores había alrededor de un millón.
Otro millón se situó en las aceras del camino que recorrieron los autobuses que transportaban al equipo de los Raptors. El recorrido debió durar dos horas, pero la cantidad de personas en las calles prolongó el recorrido a cinco horas.
Los Raptors ganaron por primera vez en su historia el campeonato de la NBA al derrotar a los Guerreros de Golden State.