Estrenan “El lago de los cisnes” sin Alicia Alonso
La edad le impide hacer viajes a la directora del BNC
MADRID (EFE).— Alicia Alonso sigue siendo, a sus 98 años, la directora general del Ballet Nacional de Cuba (BNC), pero por primera vez delega una gira por España en la que es primera bailarina y subdirectora de la formación desde enero, Viengsay Valdés, que hoy estrena en Madrid “El lago de los cisnes”.
“Es muy difícil compatibilizar mi papel de primera bailarina, un rol muy demandante por la concentración y dedicación que exige, y dedicarme a la vez a cuestiones burocráticas pero tengo que hacerlo como lo hacen Tamara Rojo en el English National Ballet y Aurelie Dupont en la Ópera de París”, explica Viengsay a EFE.
Nacida en La Habana, en 1976, Viengsay debe su nombre, que significa “victoria”, a la época que sus padres fueron los primeros embajadores cubanos en Laos y está “muy orgullosa” de responder con su trabajo a lo que pregona su patronímico.
“Estamos a favor de mantener el legado de Alicia y trabajo con el respeto que le tengo a la compañía siempre muy presente. Uno siempre se siente muy dentro de eso y muy orgullosa”, aseguró.
Alicia, asegura, “no se ha rendido”, es una “simple” cuestión “de edad”, de que tiene “que cuidarse un poco” aunque ella le hubiera gustado “muchísimo” viajar a España.
Su trabajo como subdirectora de la compañía, detalla, es ocuparse de que “todo funcione”, que sus “ciento y pico bailarines” estén atendidos, de hacer la programación de las giras o de formar los elencos.
“La compañía tiene una seña de identidad muy clara, una metodología de trabajo que nos identifica y nos permite tener una formación muy estable.
“El lago de los cisnes”, con música de Tchaikovsky, se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877 y se reestrenó en 1895 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, con los actos primero y tercero coreografiados por Petipa, y el segundo y cuarto actos por Lev Ivánov.
En la versión creada por Alicia Alonso, la estructura argumental, coreográfica y musical de Petipa, Ivánov y Tchaikovski, se sintetiza en tres actos y un epílogo.