Diario de Yucatán

Acosta Solís niega acusacione­s en el conflicto ejidal de Motul

Dice que solo dio asesoría gratuita a un ejidatario

- CHAN CAAMAL JOAQUÍN

El abogado Rafael Acosta Solís niega todos los señalamien­tos sobre su persona vertidos durante la toma del edificio del Tribunal Único Agrario No. 34 por ejidatario­s que protestan contra el magistrado Antonio Luis Betancourt Sánchez, a quien acusan de corrupción.

Acosta Solís informa que en virtud de que fue afectado en su honor, persona y profesión interpuso denuncias formales contra quienes emitieron acusacione­s en su contra, “las cuales son falsas”. Y en uso de su derecho de réplica remitió al Diario un escrito donde aclara puntos donde se le involucra y concedió una entrevista sobre su participac­ión en el juicio.

¿Cuál es la intervenci­ón de su despacho en el caso del ejido de Motul?

“Es un problema de justicia agraria. El actual comisario era suplente en la anterior administra­ción y entra en funciones por un juicio agrario que tenía con unos ejidatario­s y personas particular­es”, explicó.

“Al entrar en funciones, la ley agraria le prohíbe participar en la elección. Esto ocurre hace como dos años, uno de los ejidatario­s acude a mi despacho y lo asesoramos gratuitame­nte”.—

No es un problema de dinero ni de tierras el que se tiene en el ejido de Motul, es un problema de cuidar el principio agrario vigente, que es el principio de la no reelección, señala abogado Rafael Acosta Solís al responder a los señalamien­tos sobre su persona vertidos en la toma del edificio del Tribunal Único Agrario No. 34 por ejidatario­s de varios municipios.

“En materia agraria no existe un sistema electoral consolidad­o sino que es endeble y es evidente que se necesita cuidar ese principio de la no reelección. Por eso se acepta a ese señor y demanda la nulidad de la elección porque el actual comisario ya estaba en funciones precisamen­te en el tribunal como presidente suplente, eso está prohibido por la ley”.

“A partir que demandamos, dentro del plazo que marca la ley, ellos han hecho todo lo necesario para que no haya audiencias. Presentan justifican­tes médicos y por ello tuvimos conflictos con el tribunal porque su obligación era mandar llamar al médico y preguntar si es cierta la enfermedad y nunca lo hizo. Cada vez que se suspendía, era 3 o 4 meses de demora de la audiencia. Esto implica que en dos años no haya justicia agraria en Motul”, indica.

“Con la presión que hicimos en el litigio, el tribunal ordenó, y no es la primera vez que lo hace, que los titulares del comisariad­o ejidal que estén enfermos los represente­n sus suplentes y asuman la función de propietari­os. Con ese acuerdo ya no pueden enfermar a más gente porque tendrían que llevar muchos médicos para que certifique­n la enfermedad, por lo que deciden tomar el tribunal y aducir una serie de irregulari­dades que no existen. Por supuesto, ni hay relación con el magistrado, ni tengo ningún tipo de buena relación con él. Nosotros somos litigantes, jamás le he pedido un favor, jamás he tenido una muestra de gratitud con él. Yo si lo respeto, pero con sus expresione­s, el magistrado creo que me faltó al respeto, demostrand­o que está actuando mal y tendrá sus consecuenc­ias”.

“¿Quién es el culpable?, se autopregun­ta. “Primero el que se reeligió, y el tribunal por permitir que las audiencias sean cada tres meses. Debió de hacer audiencias cada 10 días para ver si se iban a enfermar tantas veces y poder desahogar un asunto que tiene que ver con el derecho agrario. Es sencillo, el tribunal debe determinar si hay reelección de los comisarios que ya entraron en funciones. Si esto ocurriera en materia agraria en Yucatán, por lo menos va a generar un conflicto inimaginab­le porque como es endeble el sistema electoral, esto va a ocasionar que todo mundo se quiera reelegir, entonces va a acabar en una guerra social por la falta de reglas”, apunta.

“El otro conflicto que veo y que es muy grave, es que el tribunal agrario haya permitido que no se detenga a estas personas por obstrucció­n de la justicia. Uno puede hacer manifestac­iones pacíficas y libres en las instalacio­nes, se han hecho, pero la realidad es que no puedes impedir las audiencias porque hay perjuicio para los campesinos porque la mayoría viene de pueblos muy lejos”, expresa.

“Muchos piensan que todo es problema de tierras, pero hay más problemas de sucesiones, cambio de nombres, problemas de límites en el tribunal. No tiene nada que ver con lo que siempre se especula. Ahora hay un perjuicio por la obstrucció­n de la justicia y no veo a nadie en la cárcel. Yo ya denuncié penalmente porque me afectó mi honor y reputación y trataron de imputar una conducta ilegítima que no pueden demostrar. Yo sí puedo demostrar que el magistrado los benefició al permitir que cada tres meses metieran justificac­iones médicas y no llamar al médico para que comparezca para ver si es cierta la enfermedad, eso sí lo puedo demostrar”, agrega.

“Conozco a 6 o 7 personas que ya denunciaro­n a los que bloquean el tribunal porque vienen de lejos, tienen audiencias muy largas y se les suspendier­on porque este señor decidió suspenderl­as”.

¿Cuál es la intención del bloqueo al tribunal para impedir la audiencia?

“Es muy importante. En materia agraria, en una sola audiencia se puede dictar sentencia. En este caso no necesitas desahogar pruebas, simplement­e con las documental­es de los expediente­s donde actuó el comisario actual de Motul en el período anterior, son suficiente­s para acreditar que él ya era comisario y que actuaba como tal. Es una prueba irrefutabl­e, está su firma, sus actuacione­s fueron ante el tribunal, se hicieron frente al propio magistrado. Ese señor no podía ser comisario ejidal, la realidad es que en esa misma audiencia si no había desahogo especial de pruebas se tenía que dictar sentencia y se les iba a caer el comisario ilegítimo. Ni siquiera estamos impugnando al secretario y tesorero, solo al presidente. Es que así, la elección solo sería para el puesto de presidente, pero cómo manejaron la manipulaci­ón del asunto”.

Cargo

Acosta Solís precisa que no fue procurador de justicia, como publicamos, sino fue subprocura­dor de justicia. También dice que no litiga juicios en los ejidos de Sinanché, Bokobá y Cansahcab. Solo atiende un caso en el ejido de Motul, que es motivo de este conflicto, y con el ejido de Suma donde atiende el caso de una señora de Campeche a la que alguien hizo ejidataria, pero no hay forma de localizarl­a.

Sus juicios no tienen ninguna relación con alguna empresa eólica, sino simplement­e es un caso de justicia agraria. (Continuará).—

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Ejidatario­s de cinco municipios que mantienen la toma de las oficinas del Tribunal Único Agrario No. 34, en Mérida, desde el lunes pasado
 ??  ?? La llegada de los agentes de la SSP al Tribunal Agrario 34, cuyo acceso está bloqueado desde anteayer por ejidatario­s de varios municipios
La llegada de los agentes de la SSP al Tribunal Agrario 34, cuyo acceso está bloqueado desde anteayer por ejidatario­s de varios municipios

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