Solución compleja
No ven resuelto en el corto plazo el abasto eléctrico
Los problemas en el suministro de energía eléctrica en la Península no serán fáciles de resolver al corto plazo, porque son muy grandes las dificultades para garantizar el abasto de gas natural en la zona, el principal combustible que usan las plantas generadoras, dice Santiago Casillas Arzac, socio de KPA Energy Solutions, experto en el tema, consultado en Ciudad de México.
La construcción de la planta compresora en Cempoala, que se ha planteado como la solución al problema, terminaría, en el mejor de los casos, hasta el próximo año y tampoco es la solución perfecta, añade.
“Traer gas natural de Texas por un gasoducto marino y luego trasladarlo por tierra hasta Yucatán es muy caro. Además, hay otros problemas, como la insuficiente capacidad de transporte del gasoducto de Energía Mayakán y la falta de abasto de ese combustible en el país”.
Casillas Arzac recuerda que el gobierno de Peña Nieto presentó como solución al desabasto de gas natural en la Península traer ese combustible desde Estados Unidos, a través de un ducto submarino del sur de Texas a Tuxpan, que se conectaría a la red de ductos del Sistema Nacional de Gasoductos, hasta una estación compresora en Cempoala y de allí a Cactus, Chiapas. Este es el punto de partida del gasoducto de Energía Mayakán que va hasta Valladolid y que hasta ahora solo transporta gas natural de Pemex, cuya producción es insuficiente.
Esta empresa, propiedad del consorcio francés Engie, deberá invertir mil millones de pesos en obras de inter
conexión (alrededor de 20 kilómetros de ductos) y compresión adicional, para unir la red de Sistrangas con su sistema de transporte.
Con esto, Yucatán y la Península empezarían a recibir supuestamente el suficiente gas natural para satisfacer la demanda de las plantas de la CFE y de los industriales.
De acuerdo con el entrevistado, el nuevo gobierno suspendió las obras de la estación de Cempoala entre otras cosas porque descubrió que el equipo de compresión se había adquirido con un sobreprecio del 30%.
Tengo entendido, afirma, que las obras podrían reiniciarse a fines de este año o a principios del otro y tardarían en concluir más de 20 meses.
Sin embargo, añade, llevar gas a Yucatán desde Texas es poco viable por la distancia y falta de infraestructura en la región, pues solo existe un gasoducto en la Península, el de Energía Mayakán, que es de baja capacidad.
El traslado de ese combustible, a través de la estación de Cempoala, propiciaría una elevación en los costos de producción de energía, “lo que impactará en forma muy grande las tarifas de la CFE”.
Según Casillas Arzac, la mejor alternativa es conseguir el gas natural de las plataformas de Pemex en Tabasco y Campeche, como ha sucedido hasta ahora.
El problema es que, como advirtió el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), en su polémico comunicado, a partir de la explosión de la plataforma marina Abkatun Alfa disminuyó la oferta de gas natural en el Sureste, principalmente en Yucatán.
Pero independientemente de ese accidente, la producción de gas de esos lugares es limitada, dice el especialista. Pemex obtiene aproximadamente 4 mil 800 millones de pies cúbicos de gas diariamente y el resto lo pone a disposición del mercado nacional, lo que es insuficiente y por eso se importan de Estados Unidos más de 5 mil millones, que se consumen principalmente en el centro del país.—