Lozoya, punta del iceberg
Los rumores corrieron en España desde temprana hora del miércoles y en cuestión de minutos se extendieron en todo México hasta que finalmente pasadas las nueve de la mañana el suceso fue confirmado por el fiscal general de la República,
Alejandro Gertz Manero. Se trataba de la noticia del mes, por no decir que del año, e incluso podría ser el parteaguas del sexenio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
No es para menos. El arresto en la Costa del Sol, en Málaga, España, del exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, podría convertirse en la punta del iceberg en torno a la maraña de la corrupción que ha sufrido la empresa en décadas recientes.
Lozoya fue director de Pemex durante el gobierno de Enrique Peña Nieto de 2012 a 2016 y se le acusa de haber recibido sobornos por diez millones de dólares por parte de la empresa brasileña Odebrecht y de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y de asociación delictuosa.
Tiene además una orden de aprehensión por la compra —presuntamente fraudulenta— de la planta chatarra Agro Nitrogenados por la que Pemex pagó un 57 por ciento más de su valor real. También se le acusa de adquirir durante su gestión en Pemex de una planta de Fertinal con un valor catorce veces superior al real.
La Fiscalía Mexicana calcula en 280 millones de dólares el total del dinero defraudado. Si todos estos cargos se confirman en los tribunales una vez que sea extraditado a México, Lozoya pasará a los anales de la historia como uno de los funcionarios mexicanos más corruptos y léperos.
Por cierto, también su madre y su esposa están implicadas en acusaciones con casos previos a su llegada a Pemex.
Emilio Lozoya nació en Chihuahua en 1974, es hijo de Emilio Lozoya Thalmann, quien fuera secretario de ————— (*) Periodista
Energía durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Es además nieto del exgobernador priista de Chihuahua Jesús Lozoya Solís.
El detenido por las autoridades españoles es economista por el ITAM, abogado por la UNAM y estudió una maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard.
CÚPULA DEL PODER
Al igual que sus antepasados, Lozoya formó parte de la cúpula del poder en los tiempos del PRI, su cercanía con Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari fueron por demás evidentes. Se trata de un golpe legal y mediático a favor del régimen en turno que bien manejado podría derivar en arrestos de prominentes figuras del pasado que se beneficiaron ampliamente con contratos, negocios, cargos y los enormes flujos de la paraestatal mexicana Pemex, hoy prácticamente en la quiebra.
El exfuncionario peñista fue arrestado cuando abordaba un taxi en el exclusivísimo desarrollo residencial La Zagaleta, habitado por grandes millonarios y algunos expolíticos, entre los que se cuentan excolaboradores del régimen de Hugo Chávez.
Para no perder la costumbre el mexicano, quien está prófugo desde mayo de 2019, trató de evadir la justicia española presentando una licencia falsa de Ciudad de México con su foto pero con el nombre de “Jonathan”. Fue llevado al Centro de Detención de Málaga, en donde lo pusieron a disposición de un juez local; será trasladado a Madrid, donde iniciará el juicio para su extradición.
Lozoya, quien fue inhabilitado el año pasado por diez años para ocupar cargos públicos, fue detectado en esta zona turística española desde principios de año, pero la policía esperó el tiempo suficiente para actuar sigilosamente ante el riesgo de que escapara por alguna filtración.
El exdirector de Pemex ocupaba un lujoso inmueble de La Zagaleta en calidad de invitado, la pregunta que hoy todos formulan es: ¿quién fue el poderoso amigo que protegió a Emilio Lozoya? ¿Acaso algún expolítico mexicano o quizás un empresario?
NOTICIAS, NOTICIAS…
Ahora si que ya no entendemos al presidente López Obrador. Primero compromete a empresarios mexicanos a comprar “cachitos” del sorteo supuestamente para pagar el avión presidencial, pero ahora dice que los recursos serán para comprar equipo médico… ¿Alguien nos puede explicar tanto disparate político?.—Chulavista, California.