Sus fantasías no son nada idílicas
Vuelve el señor Roarke a la isla de los anhelos
LOS ÁNGELES (EFE). —Todo el mundo tiene fantasías: muchas son inocentes, otras algo más oscuras y también hay unas pocas absolutamente siniestras. Esos deseos perversos, que todos intentan ocultar, son la espina dorsal de “Fantasy Island”, cinta de Blumhouse que encabezan Lucy Hale y Michael Peña.
Inspirada en la serie de televisión de las décadas de 1970 y 1980 que tenía a Ricardo Montalbán como protagonista, “Fantasy Island” recupera la isla en la que se pueden cumplir las fantasías, sean cuales fueren.
El tono de la película de Jeff Wadlow, que se estrena hoy en Estados Unidos, no tiene nada de utópico o mágico, sino que se asoma a lo sombrío y casi terrorífico.
“Muchas de estas fantasías y deseos tienen que ver con el arrepentimiento. Con las cosas que desearían haber hecho de una manera diferente”, explica Lucy Hale, conocida por la serie “Pretty
Little Liars”.
En “Fantasy Island”, unos jóvenes aterrizan en una isla paradisíaca donde los responsables de un hotel de lujo aseguran que podrán cumplir sus fantasías, sean románticas, familiares o, por qué no, venganzas.
El anfitrión es el señor Roarke, papel que interpreta Michael Peña. “Fue una bendición, por supuesto”, dice sobre ser el heredero de Ricardo Montalbán.
“La gente tiene fantasías que son muy oscuras y eso es así”, apunta Peña.
“Si eres un mal conductor y alguien se te cruza porque vas muy despacio te quedas como: ‘Ag, querría...’”.