¿Síndrome de colon irritable?
El síndrome de colon irritable es un problema digestivo muy común en estos días. Se define como un trastorno funcional crónico y recurrente que se caracteriza por dolor o malestar abdominal asociado a cambios en la frecuencia o en la apariencia de las evacuaciones.
En México, como en el resto del mundo, este síndrome es más frecuente en mujeres jóvenes aunque también se presenta en hombres. En nuestro país, el subtipo más frecuente de esta afección es aquel en el que predomina el estreñimiento, seguido del tipo alternante o mixto (es decir, con episodios de estreñimiento y diarrea alternados).
Si tienes síntomas frecuentes como distensión y sensación de inflamación abdominal, evacuación incompleta, estreñimiento y/o diarrea, urgencia por ir al baño y pujo, probablemente padeces de esta condición. Es importante que consultes a tu médico para descartar posibles afecciones como la enfermedad celiaca, enfermedad inflamatoria intestinal o neoplasias y conocer el tratamiento adecuado para ti.
Si bien el síndrome de colon o intestino irritable no tiene cura hasta el momento, es posible controlar los síntomas y tener una buena calidad de vida. Además del tratamiento farmacológico que te dará tu médico, la realización de ciertos cambios en el estilo de vida es de gran ayuda.
En primer lugar, es importante consumir suficiente agua durante todo el día y evitar bebidas azucaradas y gaseosas. Asimismo, es importante suprimir de la dieta alimentos irritantes como el chile, café, chocolate, bebidas alcohólicas y alimentos muy condimentados.
Además, una dieta baja en Fodmap. Los llamados Fodmap por sus siglas en inglés, incluyen alimentos como el trigo, la cebolla, la leche y sus derivados, las legumbres, las nueces y cacahuates, algunas frutas y vegetales como las peras, ciruelas, brócoli, lechuga y champiñones y los azúcares en general. Sin embargo, no es necesario eliminar de la dieta estos alimentos, sino simplemente consumirlos con moderación. Es importante que cada persona preste atención a los alimentos específicos que le causan malestar, ya que no todos reaccionamos igual ante cualquiera de ellos.
CONSUME FIBRA
Se ha demostrado también que la ingestión de fibra soluble de manera regular es benéfica para quienes padecen de síndrome de intestino irritable.
Podemos encontrar fibra soluble en cereales como la avena, cebada, centeno y maíz; en frutas y vegetales como naranja, manzana, plátano y espinaca; en legumbres como lentejas y frijoles, y en semillas como nueces y almendras.
Es importante que consultes con un nutriólogo para que te ayude con la realización de estos cambios a tu dieta tomando en cuenta tus requerimientos personales, tus gustos y estilo de vida.
Otro aspecto a considerar es la realización de ejercicio, ya que se ha demostrado que sesiones de 20 a 60 minutos de 3 a 5 veces por semana, producen mejoría en los síntomas y en la calidad de vida de quienes padecen este síndrome.
La terapia cognitiva conductual, la terapia psicológica multicomponente y la psicoterapia dinámica administradas por personal calificado han demostrado mejorar los síntomas del síndrome de intestino irritable, ya que en muchos casos, las personas que lo padecen tienen alguna comorbilidad psicológica.
Por último, practicar yoga, meditación, masajes o aromaterapia pueden ayudar a reducir la ansiedad y estrés que pueden ser los desencadenantes de los síntomas del síndrome de intestino irritable.