Las pruebas, la clave
Falla México en la estrategia para “acorralar” al virus
BOGOTÁ, Colombia (EFE).— Testear, rastrear y aislar. Esa es la estrategia ante el coronavirus en la que ha insistido hasta el cansancio la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero en la que Latinoamérica, actual epicentro mundial de la pandemia, sigue teniendo serios desafíos, especialmente, por sus limitados recursos.
Pese a la urgencia en Latinoamérica, que con 650 millones de habitantes ya alcanzó los 2.7 millones de casos y las 120,000 muertes —un ritmo con el que puede superar los 400,000 fallecimientos en octubre—, los países de la región siguen librando la lucha del testeo.
“Aunque todos están haciendo un gran esfuerzo en ésta, la peor crisis del siglo, tienen que seguir buscando ampliar la capacidad de hacer test, en todas las fases. Es vital monitorear ahora la evolución de la pandemia y, después de controlada, en las reaperturas, seguir haciendo pruebas porque es el mejor indicador”, declaró el médico brasileño Jarbas Barbosa da Silva, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Jeffrey Shaman, director del programa de Clima y Salud Pública de la Universidad de Columbia, señala que si las pruebas “se combinan con el rastreo de contactos para identificar posibles infecciones, estos individuos serán puestos cuarentena. Ese es el medio para acorralar el virus”.
Los organismos internacionales recomiendan realizar pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), en lugar de test rápidos ya que, aunque su proceso es lento y se requiere un laboratorio especializado, son mucho más confiables.
El Our World in Data, de la Universidad de Oxford, es referencia en datos de PCR, con los que elabora una clasificación mundial de tasas de test por cada 1,000 habitantes en cada país.
Según este ránking, que encabeza Baréin con más de 300 por cada 1,000 habitantes, los líderes en Latinoamérica son Chile, con un aproximado de 56,48; Panamá (28); El Salvador (25), y Uruguay (19). Al otro lado de la tabla se encuentra México (alrededor de 3.8), que también está, junto a varias naciones latinoamericanas, en los últimos lugares en cuanto al número de pruebas que se han aplicado por cada caso positivo detectado.
La OMS asegura que este aspecto es clave porque si el 80 o 90 % de las personas que se evalúan salen positivas, es muy probable que se estén dejando de detectar muchos enfermos.
Así, según Our World in Data, mientras naciones como Australia o Corea del Sur hacen cientos e incluso miles de pruebas por cada caso positivo, México tiene una cifra de 1.5; con datos similares aparece Bolivia (1.85), y le siguen Argentina (3.19) y Panamá (3.23).
En el otro extremo se destacan naciones como Cuba (626) y Uruguay (149), por encima de países como Canadá (128) y España (81).
Cantidad Vs. estrategia
Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, llamó esta semana a descartar la idea de que el país que reporta más casos “es necesariamente el que peor lo está haciendo” y resaltó los “excelentes programas de testeo” en naciones como El Salvador, así como los esfuerzos en Panamá.
Chile, el séptimo del mundo con más casos (284,541, y 5,920 muertes), lidera en la región en número de test de coronavirus, con más de 1.1 millones de pruebas, aunque en las últimas jornadas la cantidad ha experimentado una disminución, pasando de casi 20,000 promedio a 12,000 diarias.
En contraste, México, con 29,843 muertes y 245,251 contagios, es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que practica menos pruebas, algo que se ha asociado al hecho de que se ha centrado en los casos graves que llegan a los hospitales en lugar de estudiar a toda la población.