Todos atrapados
Iniciamos 2020 con muchas ilusiones, con buenos propósitos y nuevos proyectos. Habíamos dejado atrás las fiestas decembrinas; las reuniones familiares, con amigos, el dar y recibir regalos y ¡por supuesto! habíamos dado gracias a Dios por habernos permitido despedir un año más y dar la bienvenida al nuevo año.
¡Lejos estábamos de imaginar lo que nos esperaba vivir en este 2020!, el cual todos anhelábamos fuera mejor que el que acabábamos de despedir.
¿Qué fue lo que sucedió realmente? ¿Quién provocó un problema sanitario tan grande? No hay respuesta —hasta el momento— a la inquietud de miles, de millones de personas que anhelamos conocer la verdad.
Problema sanitario que muy pronto se propagó y se convirtió en pandemia mundial, dejando a su paso una estela de dolor y muerte. Una enfermedad que ha ido avanzando de manera implacable para atrapar a todos.
Covid-19 no admite treguas, por el contrario, el virus se ha extendido peligrosamente amenazando la tranquilidad de los ciudadanos y desquiciando los sistemas de salud. Exhibiendo de esa manera las deficiencias de centros hospitalarios, golpeando implacable a la economía global.
“Ese virus no nos va a llegar”; “es una simple gripa”; “salgan y abrácense”; “no es cierto que existe”; “estamos preparados”; “tenemos todo para hacer frente al Covid-19”, son unas de las torpes afirmaciones de quien gobierna, minimizando el problema grave que llegaría al país.
No se le dio el trato serio y responsable a la pandemia, a pesar de que la OMS advirtió oportunamente para que el gobier no se preparara.
“No pasa nada” ¡Cómo de que no! ¿Cuántos muertos llevamos ya en nuestro país? ¡Más de treinta mil!. ¿Qué explicación que justifique los decesos se puede dar? La pandemia de Covid-19 debió tomarse con seriedad y actuar con responsabilidad, no con payasadas.
Han transcurrido ya seis meses de este fatídico 2020 y vamos en el segundo semestre sin que se vea ————— (*) Periodista claridad en el panorama mundial. Se dicen tantas cosas que ya no sabe uno a quién creerle.
Lo único que queda claro es que el virus sí existe, que no hay vacuna ni medicamentos. Y al no haberlos, nos encontramos en fase de experimentación. Algo sí es real es que hay que cuidarnos.
La situación es bastante delicada. Continúan dándose los contagios y quienes han estado dando la batalla desde que el virus apareció en México están exhaustos. Ellos, los doctores, enfermeras, todo el personal de salud se encuentran agotados.
Cansados al ver llegar pacientes a los hospitales en estado crítico, porque la enfermedad avanzó rápidamente y en ocasiones no alcanzan a recibir su tratamiento.
Los doctores, con toda la preparación y experiencia que tienen en los años de entrenamiento en los servicios hospitalarios, están sufriendo. Han tenido que enfrentarse a una terrible realidad: la falta de equipo e insumos en los hospitales donde trabajan.
Escucharon promesas de que se les dotaría de todo para hacer frente a la pandemia. Sin embargo, la realidad ahí está y no se esconde; denuncia por sí sola que todo fue mentira. Que la única realidad es el trabajo extraordinario de todo el personal de salud en su afán de salvar vidas. No pueden hacer más de lo que han hecho y siguen haciendo.
Como seres humanos que son, tienen sentimientos. Han sufrido al ver pacientes que, pese a todo el esfuerzo y dedicación por parte del personal médico en las áreas de Covid-19, han perdido la batalla.
Sufrimiento que se agudiza al ver compañeros de lucha contagiándose y ocupar un lugar como pacientes. La angustia sin duda los acompaña. No ceden en su trabajo heroico por lograr vencer el virus. Temen al contagio pero aun así ahí están, ahí han estado esforzándose y seguirán en el lecho del dolor de sus pacientes. No se rinden.
Nos ha tocado vivir a todos un acontecimiento que no esperábamos, ni siquiera imaginamos. Lo que se nos pide por nuestra seguridad, quedarnos en casa, portar cubreboca si hay necesidad de salir, respetar la distancia. Todos tenemos el deber de cuidarnos y cuidar de los demás.
Esta pandemia —ya lo han dicho— tardará en desaparecer. Por tanto, debemos de ser conscientes y cuidarnos para no agravar la situación en hospitales.— Piedras Negras, Coahuila.