Nuevo dinosaurio
Presentan fósil de una especia hasta ahora desconocida
RÍO DE JANEIRO (EFE).— Un fósil de unos 115 millones de años encontrado en el noreste de Brasil, que pertenece a una especie hasta ahora desconocida de dinosaurio fue presentado por científicos del Museo Nacional de Río de Janeiro.
Se trata del “Aratasaurus museunacionali”, una nueva especie de terópodo de tamaño mediano, que alcanzaba los 3.12 metros de altura, pero que, por ser joven, podía crecer aún más hasta llegar a su etapa adulta.
El fósil fue hallado en 2008 en una región geológica del nordestino estado de Ceará y los resultados de la investigación adelantada por científicos de la Universidad Federal de Pernambuco, del Museo Nacional de Río y de la Universidad Regional do Cariri fueron publicados en la revista del Grupo Nature “Scientific Reports”.
La investigación señaló que el nuevo fósil ayudará a comprender la historia evolutiva de los terópodos, que conforman el grupo de dinosaurios carnívoros cuyos representantes actuales son las aves.
El hallazgo del “Aratasaurus museunacionali” —bautizado así en honor al Museo Nacional, la institución científica más antigua de Brasil— es una señal de que otros tipos de dinosaurios carnívoros habitaron esa región millones de años atrás.
“Dentro de los ‘Theropoda’, descubrimos que el ‘Aratasaurus’ hace parte de un grupo llamado ‘Coelurosauria’, que incluye, tanto al dinosaurio brasileño que se encuentra en la misma región llamado ‘Santanaraptor’, como a los famosos Tyrannosaurus, Velociraptors e incluso las aves de hoy”, explicó Juliana Sayao, paleontóloga de la Universidad Federal de Pernambuco y una de las científicas que participó en la investigación, en la presentación del fósil.
Después de ser descubierto en una mina de yeso en 2008, el fósil de “Aratasaurus” fue trasladado al Museo de Paleontología Plácido Cidade Nuvens, en Ceará, y luego enviado al Centro Académico de Vitória, de la Universidad Federal de Pernambuco, para ser estudiado por los especialistas.
Entre 2008 y 2016 se realizaron análisis microscópicos de sus tejidos utilizando pequeñas muestras de los huesos, así como una microscopía electrónica de barrido con la que se obtuvo una mayor cantidad de información
con la que se ha podido hacer una reconstrucción de cómo sería este animal en vida.
En 2016 el fósil fue llevado al Museo Nacional de Río para prepararlo en detalle y, a pesar del trágico incendio de 2018 que destruyó parte de la institución, el área donde se encontraba no se vio afectada por las llamas y permaneció intacta.