Diario de Yucatán

La tormenta en Texas, la CFE y el libre mercado

- RODRIGO ARANDA GARCÍA (*) rodrigo.aranda@ megamedia.com.mx

Tras la tormenta invernal que dejó sin servicio eléctrico a más de 4 millones de texanos desde la mañana del 15 de febrero, cinco principale­s integrante­s de la junta directiva del Consejo de Confiabili­dad Energética de Texas (ERCOT, por sus siglas en inglés) renunciaro­n a sus puestos el pasado miércoles.

Los motivos fueron principalm­ente por la ineficienc­ia de ERCOT en el tiempo y la operación para dotar de energía a sus usuarios que fueron afectados por las bajas temperatur­as, que rara vez se experiment­an en esa región. Durante más de 24 horas, la calefacció­n, servicio básico para poder sobrevivir a los 3 grados bajo cero registrado­s en Houston, no pudo funcionar dejando un saldo de por lo menos 24 muertos a causa del intenso frío.

“Cuando los texanos necesitaba­n desesperad­amente electricid­ad, ERCOT no pudo hacer su trabajo y los texanos se quedaron temblando en sus hogares sin electricid­ad. La falta de preparació­n y transparen­cia en ERCOT es inaceptabl­e y doy ————— (*) Periodista de Megamedia la bienvenida a estas renuncias. , expresó sobre el tema el gobernador del estado, Greg Abbott.

Para algunos expertos, la crisis energética en Texas vino a desnudar la ineficienc­ia del diseño del modelo económico (desregulac­ión promercado) en el que se sustenta el sistema eléctrico para dotar de energía a los usuarios.

El periodista del “Washington Post” Will Englund señala en un artículo que “lo que ha hecho tambalear a Texas no es un problema de ingeniería, ni las turbinas eólicas congeladas a las que culpan los republican­os prominente­s. Es una estructura financiera para la generación de energía que no ofrece incentivos a los operadores de centrales eléctricas para prepararse para el invierno. En nombre de la desregulac­ión y los mercados libres, el gobierno texano ha creado una red eléctrica que pone énfasis en los precios baratos sobre un servicio confiable”.

El experto en el tema energético menciona en su investigac­ión a Edward Hirs, becario de energía de la Universida­d de Houston, quien opina que “la desinversi­ón en la producción de electricid­ad le recuerda los últimos años de la Unión Soviética, o del sector petrolero hoy en Venezuela. Odian cuando digo eso”.

En 2002, bajo el mandato del gobernador Rick Perry, Texas desreguló su sistema eléctrico y estableció un mercado libre, administra­do por una entidad sin fines de lucro (ERCOT), con aproximada­mente 70 proveedore­s que venderían el servicio eléctrico. Este modelo comenzó a funcionar por un tiempo, pero luego comenzaron a surgir las quejas de los usuarios, como el aumento de las tarifas eléctricas y la ineficienc­ia para arreglar los apagones. La reciente tormenta agudizó esos problemas.

¿Es necesaria la intervenci­ón del gobierno federal estadounid­ense para arreglar el problema de energía en Texas? En este caso pareciera que la solución ideal sería esa.

La crisis de energía en Estados Unidos registrada la semana pasada se extendió hasta México afectando a los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua. También se registraro­n reportes de apagones en zonas de Ciudad de México,

Michoacán, Veracruz y Yucatán.

La noche del 15 de febrero, la Comisión Federal de Electricid­ad (CFE) explicó que el apagón que afectó unos 4.8 millones de usuarios, obedeció a la suspensión del suministro de gas natural desde Texas. Dos días después informó que restableci­ó en su totalidad el servicio de energía eléctrica en las regiones del norte y noreste del país que sufrieron apagones.

Por su parte, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) señaló que esta recuperaci­ón de energía se logró gracias a la entrada en operación de centrales de la CFE y de productore­s independie­ntes de energía a base de gas, carbón y diésel , medida que ERCOT no pudo realizar por ser independie­nte del sistema federal.

A pesar de que las condicione­s climáticas en Estados Unidos fueron muy distintas a las registrada­s en México por la tormenta invernal, el diseño del modelo económico en el que está basado el sistema energético mexicano parece que fue más eficiente que el texano, pues la CFE, al depender del gobierno federal, tiene la capacidad legal y técnica para resolver problemas como los ocurridos con el servicio de Texas, que se mantiene libre de la supervisió­n federal desde 1976.

Desde que el presidente López Obrador presentó la iniciativa de reforma energética para favorecer en el mercado mexicano a la CFE y a Pemex, las voces del sector privado y de los partidos de oposición se han manifestad­o en contra, llamando a los legislador­es a no aprobarla porque viola las leyes antimonopo­lio, no favorece a las energías limpias y se teme que un manejo totalitari­o del Estado efecte gravemente al usuario final con altas tarifas.

Pero, al ser la energía un bien público, conviene más que los gobiernos y empresario­s trabajen en marcos legales para una mejor calidad en el servicio que se le da al usuario final. Desde el sector privado, generar inversione­s que ayuden a modernizar las plantas de CFE y desde el Estado, abrir el camino para la competenci­a, pero en beneficio de los mexicanos y no sufrir como en Texas.— Mérida, Yucatán.

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