¿Qué pasa con las vacunas?: egoísmo
La batalla contra la pandemia ha evolucionado; ahora no solo se lucha contra un virus, también se lucha contra el egoísmo. Sí, el egoísmo podría convertirse en el mayor enemigo actual.
Abogan por los pobres. Advierten de los riesgos que implica dejar a las naciones pobres sin vacunas. Piden a países ricos como Canadá que donen los excedentes de dosis. Crean iniciativas para ofrecer apoyo. Se esfuerzan en buscar equidad y evitar el “nacionalismo de vacunas”.
El papa Francisco, el secretario general de la ONU, António Guterres, y el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, son solo algunos de los líderes que llevan meses abogando por los países pobres, por los que no pueden pagar y no tienen influencia política, pero parece que muy pocos gobiernos escuchan.
El tema de las vacunas se ha vuelto muy polémico. Unos culpan a sus gobiernos, otros a las farmacéuticas y hay quienes se van contra los países ricos que han acaparado los fármacos que aún no se producen. Y es que de 193 países que existen, 130 aún no tienen acceso a las vacunas que ya se han aprobado.
Los países ricos creen que basta con vacunar a sus habitantes para estar a salvo, pero no es así. En un mundo globalizado es casi imposible pensar solo en el bienestar de un pueblo, y la ————— (*) Periodista de Megamedia
OMS lo ha venido advirtiendo desde hace semanas.
El organismo indicó que era necesario comenzar las campañas de vacunación en todo el mundo por igual, para evitar que el virus mute y se vuelva más fuerte.
Lo vimos con Sudáfrica y la cepa de Covid-19 que ahí surgió. Cuando esa nación se dijo lista para comenzar la campaña de vacunación, la variante que ahí surgió ya era más fuerte y el fármaco creado por AstraZeneca no tenía efecto alguno. Meses de investigación y trabajo de los científicos se vieron frustrados. De nuevo se tuvo que trabajar en el fármaco.
Imaginen que una nueva cepa surgida en alguna nación pobre y sin acceso a la vacuna llegue a un país como Israel, que está a nada de inmunizar a toda su población, lo más probable es que todos esos esfuerzos se vean frustrados, ya que los ahí vacunados no son inmunes a la nueva cepa. Esto nos hace pensar que todo parece indicar que el mayor impedimento para salir de la pandemia es el egoísmo reflejado en el “nacionalismo de vacunas”.
Otro dato alarmante es que solo 10% de los países han administrado el 75% de las vacunas existentes.
FARMACÉUTICAS
Ahora bien, otro gran problema es la falta de capacidad de las farmacéuticas para satisfacer la demanda mundial. Las farmacéuticas están teniendo conflictos para producir tal cantidad de vacunas y también han tenido trabas con algunas naciones que exigen ser las primeras en recibir las dosis, sobre todo las naciones ricas.
En enero, la Unión Europea (UE) endureció sus reglas de exportación con una política de “Europa primero”. Ahora, las farmacéuticas deberán solicitar la autorización de la UE cuando quieran exportar las dosis producidas o no en territorio europeo.
La medida estará en vigor el 31 de marzo y afectará a los fármacos de Pfizer-BioNTec y AstraZeneca, cuyas vacunas ya han sido autorizadas en México, además de Johnson & Johnson, Moderna , Sanofi-GSK y CureVac.Vcb.
EN MÉXICO
En el ámbito político muchos han culpado a sus gobiernos por la falta de vacunas, y México no ha sido la excepción.
No, no es culpa de los gobiernos que las vacunas no lleguen en grandes cantidades, y la agencia EFE publicó una recapitulación de los pedidos realizados por el gobierno mexicano, cuyos números invitan a reflexionar antes de “linchar”.
En su reporte, EFE recuerda que México, país de 126 millones de habitantes, tiene acuerdos de precompra para 34.4 millones de dosis de Pfizer, 77.4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V y 51.5 millones de la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El problema ahora es que lleguen en los tiempos pactados y que las empresas puedan producir dichas cantidades, ya que debemos recordar que todo el mundo ha solicitado vacunas.
Ayer, 1 de marzo, fuimos testigos de un nuevo acaparamiento de vacunas. El gobierno de Estados Unidos indicó que no considera compartir con México las dosis, ya que su enfoque es su propio pueblo. La Casa Blanca respondió así a un intento del presidente Andrés Manuel López Obrador de solicitar apoyo a su colega Joe Biden para permita que las farmacéuticas estadounidenses distribuyan sus vacunas a México.
El mismo día que Estados Unidos se negó a compartir sus dosis, Cuba arrancó los ensayos finales de su vacuna “Soberana 02”, de la cual planea fabricar 100 millones de dosis. La isla cuenta con una población de 11 millones de ciudadanos, así que lo más probable es que la isla sí comparta sus excedentes con otras naciones. Recordemos que el gobierno de la isla ha mostrado su solidaridad enviando brigadas médicas a otros países en plena crisis por coronavirus.
Solo queda esperar que más naciones demuestren su solidaridad y que el egoísmo no sea cada vez más fuerte.— Mérida, Yucatán.