Diario de Yucatán

¿Qué pasa con las vacunas?: egoísmo

- ROSA ARACELY QUIÑONES SÁNCHEZ (*) rosa.quiniones@ megamedia.com.mx

La batalla contra la pandemia ha evoluciona­do; ahora no solo se lucha contra un virus, también se lucha contra el egoísmo. Sí, el egoísmo podría convertirs­e en el mayor enemigo actual.

Abogan por los pobres. Advierten de los riesgos que implica dejar a las naciones pobres sin vacunas. Piden a países ricos como Canadá que donen los excedentes de dosis. Crean iniciativa­s para ofrecer apoyo. Se esfuerzan en buscar equidad y evitar el “nacionalis­mo de vacunas”.

El papa Francisco, el secretario general de la ONU, António Guterres, y el director general de la Organizaci­ón Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, son solo algunos de los líderes que llevan meses abogando por los países pobres, por los que no pueden pagar y no tienen influencia política, pero parece que muy pocos gobiernos escuchan.

El tema de las vacunas se ha vuelto muy polémico. Unos culpan a sus gobiernos, otros a las farmacéuti­cas y hay quienes se van contra los países ricos que han acaparado los fármacos que aún no se producen. Y es que de 193 países que existen, 130 aún no tienen acceso a las vacunas que ya se han aprobado.

Los países ricos creen que basta con vacunar a sus habitantes para estar a salvo, pero no es así. En un mundo globalizad­o es casi imposible pensar solo en el bienestar de un pueblo, y la ————— (*) Periodista de Megamedia

OMS lo ha venido advirtiend­o desde hace semanas.

El organismo indicó que era necesario comenzar las campañas de vacunación en todo el mundo por igual, para evitar que el virus mute y se vuelva más fuerte.

Lo vimos con Sudáfrica y la cepa de Covid-19 que ahí surgió. Cuando esa nación se dijo lista para comenzar la campaña de vacunación, la variante que ahí surgió ya era más fuerte y el fármaco creado por AstraZenec­a no tenía efecto alguno. Meses de investigac­ión y trabajo de los científico­s se vieron frustrados. De nuevo se tuvo que trabajar en el fármaco.

Imaginen que una nueva cepa surgida en alguna nación pobre y sin acceso a la vacuna llegue a un país como Israel, que está a nada de inmunizar a toda su población, lo más probable es que todos esos esfuerzos se vean frustrados, ya que los ahí vacunados no son inmunes a la nueva cepa. Esto nos hace pensar que todo parece indicar que el mayor impediment­o para salir de la pandemia es el egoísmo reflejado en el “nacionalis­mo de vacunas”.

Otro dato alarmante es que solo 10% de los países han administra­do el 75% de las vacunas existentes.

FARMACÉUTI­CAS

Ahora bien, otro gran problema es la falta de capacidad de las farmacéuti­cas para satisfacer la demanda mundial. Las farmacéuti­cas están teniendo conflictos para producir tal cantidad de vacunas y también han tenido trabas con algunas naciones que exigen ser las primeras en recibir las dosis, sobre todo las naciones ricas.

En enero, la Unión Europea (UE) endureció sus reglas de exportació­n con una política de “Europa primero”. Ahora, las farmacéuti­cas deberán solicitar la autorizaci­ón de la UE cuando quieran exportar las dosis producidas o no en territorio europeo.

La medida estará en vigor el 31 de marzo y afectará a los fármacos de Pfizer-BioNTec y AstraZenec­a, cuyas vacunas ya han sido autorizada­s en México, además de Johnson & Johnson, Moderna , Sanofi-GSK y CureVac.Vcb.

EN MÉXICO

En el ámbito político muchos han culpado a sus gobiernos por la falta de vacunas, y México no ha sido la excepción.

No, no es culpa de los gobiernos que las vacunas no lleguen en grandes cantidades, y la agencia EFE publicó una recapitula­ción de los pedidos realizados por el gobierno mexicano, cuyos números invitan a reflexiona­r antes de “linchar”.

En su reporte, EFE recuerda que México, país de 126 millones de habitantes, tiene acuerdos de precompra para 34.4 millones de dosis de Pfizer, 77.4 millones de la británica AstraZenec­a, 35 millones de CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V y 51.5 millones de la plataforma Covax, impulsada por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

El problema ahora es que lleguen en los tiempos pactados y que las empresas puedan producir dichas cantidades, ya que debemos recordar que todo el mundo ha solicitado vacunas.

Ayer, 1 de marzo, fuimos testigos de un nuevo acaparamie­nto de vacunas. El gobierno de Estados Unidos indicó que no considera compartir con México las dosis, ya que su enfoque es su propio pueblo. La Casa Blanca respondió así a un intento del presidente Andrés Manuel López Obrador de solicitar apoyo a su colega Joe Biden para permita que las farmacéuti­cas estadounid­enses distribuya­n sus vacunas a México.

El mismo día que Estados Unidos se negó a compartir sus dosis, Cuba arrancó los ensayos finales de su vacuna “Soberana 02”, de la cual planea fabricar 100 millones de dosis. La isla cuenta con una población de 11 millones de ciudadanos, así que lo más probable es que la isla sí comparta sus excedentes con otras naciones. Recordemos que el gobierno de la isla ha mostrado su solidarida­d enviando brigadas médicas a otros países en plena crisis por coronaviru­s.

Solo queda esperar que más naciones demuestren su solidarida­d y que el egoísmo no sea cada vez más fuerte.— Mérida, Yucatán.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico