Sigue la crisis
No es momento de liberar precios, señala economista
No es momento que el gobierno federal libere el precio del combustible, dice un economista.
Los aumentos constantes en el precio de las gasolinas y la revelación de la Profeco que estaciones de servicios de Mérida operan con anomalías llevaron al economista Gabriel Rodríguez Cedillo a considerar que en la capital yucateca hay un oligopolio con colusión.
Esto anula la competencia en el mercado de los combustibles y los empresarios acuerdan los precios altos, opinó.
“Si pensamos que vivimos en una competencia de gasolinas, ésta debe ser totalmente disfuncional porque solo beneficia a los grupos gasolineros, que son muy contados en Yucatán”, señaló el coordinador de la Licenciatura de Comercio Internacional de la Facultad de Economía de la Uady.
En los dos primeros meses de 2021 el precio de las gasolinas aumentó en cuatro ocasiones, lo que impacta en los consumidores y eleva la inflación. Además, la Profeco reveló en la mañanera de ayer que cuatro gasolineras de Mérida no dan litros completos y dos no se dejaron verificar.
Los precios ayer en la mayoría de las estaciones de servicio de Mérida fueron de $20.79 el litro de Magna, $21.49 la Premium y $21.99 el diésel, que está a un centavo de llegar a $22.
De hecho, este último es el que se movió el mayor número de veces, es el más caro de los combustibles en este momento.
Entrevistado sobre este tema, el doctor Rodríguez Cedillo consideró que no es momento que el gobierno federal libere los precios de los combustibles porque todavía estamos en crisis económica por la pandemia del coronavirus.
Asimismo, dijo, se sabe que cada vez que hay aumento de gasolinas suben automáticamente los productos por el factor del transporte.
“Seguramente el gobierno federal ya no tiene recursos para subsidiar las gasolinas y deja en manos de los empresarios gasolineros para que suban los precios a su conveniencia”, señaló.
“A nivel local los precios son de libre competencia, pero sabemos que hay un monopolio porque son muy pocos los grupos que son dueños de las estaciones de servicios. Además, Pemex es el único proveedor; por tanto, no hay competencia entre las gasolinerías”.
El académico dijo que las gasolinas ya son un bien de la canasta básica y es el insumo que más impacta en el índice de precios en el consumidor sobre todo en Yucatán.
Aquí la economía se sustenta en los servicios y éste necesita del transporte para traer y llevar mercancías porque el estado no es autosuficiente en la producción alimentaria y mucho de lo que se consume se trae de otros lugares del país.
“El aumento en los precios de las gasolinas se refleja en los precios finales al consumidor, y esto encarece cualquier servicio y producto”, señaló. “Ahora con la pandemia los comercios usan el servicio a domicilio, las personas usan más el transporte por plataformas. Toda esta movilidad motorizada requiere gasolinas y si está cara, el prestador tiene que recuperar el gasto”.
Luego afirmó que si los empresarios gasolineros fueran más conscientes con la situación de los yucatecos no deberían aumentar o ajustar los precios casi diario, sino absorber el costo a beneficio del consumidor y aun así obtendrían una ganancia. Saben que ante cualquier aumento de gasolinas, enseguida se refleja en el consumidor y los productos.
El doctor Rodríguez Cedillo dijo que es un sueño pensar que el precio de las gasolinas bajará en México.—