Ataques a personal de salud por la pandemia
El miedo y la ignorancia, una mezcla peligrosa
Dos enfermeras nigerianas fueron atacadas por la familia de un paciente de Covid-19 fallecido. A una enfermera le arrancaron el cabello y le causaron una fractura. La segunda quedó en coma tras la golpiza.
Tras las agresiones, las enfermeras del Centro Médico Federal en la ciudad suroccidental de Owo dejaron de atender a pacientes y exigieron que el hospital mejorase la seguridad. Pasaron casi dos semanas antes de que regresaran al trabajo, protegidas por guardias en todo momento, indica AP.
Un nuevo reporte de Insecurity Insight, con sede en Ginebra, y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de California en Berkeley identificó más de 1,100 amenazas o actos violentos contra personal o instalaciones de salud el año pasado.
Los expertos concluyeron que unos 400 de esos ataques estaban relacionados con el Covid-19, muchos motivados por el miedo o la frustración, subrayando el peligro que rodea al personal sanitario cuando es más necesario.
Insecurity Insight describe un ataque contra la atención sanitaria como cualquier violencia física o intimidación a trabajadores o instalaciones médicas, y sigue la pista de incidentes en todo el mundo a través de agencias de noticias, grupos humanitarios y publicaciones en medios sociales.
“Nuestros empleos en el departamento de emergencias y en hospitales se han vuelto mucho más estresantes y difíciles, y ése es el punto de partida incluso cuando la gente es muy comprensiva”, dijo Rohini Haar, médico de urgencias en Oakland, California, e investigadora del Centro de Derechos Humanos. “Hacer ese trabajo, y hacerlo con compromiso mientras te atacan o con el temor a que te ataquen me resulta muy doloroso”.
En Mérida
Ligia Kantún trabaja como enfermera en México desde hace 40 años, y nunca se había sentido amenazada hasta la primavera pasada. Cuando salía de un hospital en Mérida el pasado abril, oyó a alguien gritar “¡Infectada!”. Le arrojaron un café caliente antes siquiera de que pudiera darse la vuelta.
En esa época, explicó Kantún, mucha gente en México pensaba que los trabajadores sanitarios llevaban los mismos uniformes en público que los que llevaban cuando atendían a pacientes de coronavirus. Esa ignorancia motivaba esa forma de actuar, señaló.
La mayoría de los ataques se produjeron durante la pasada primavera y el verano, cuando el coronavirus se extendía por el planeta.