Calidad de vida
Bertha Pech no se deja limitar por ser mujer y maya
Bertha Pech Polanco forja una sociedad más igualitaria a través de la educación con perspectiva de género.
Impulsar a las mujeres a acabar con miedos, trascender las circunstancias difíciles, sobrepasar los momentos complicados, avanzar, romper los círculos de violencia y, en general, fortalecer sus capacidades forma parte de las acciones de Bertha Pech Polanco en favor de la población femenina y en busca de una sociedad más igualitaria.
El trabajo que realiza en el campo de la educación con perspectiva de género le ha permitido estar cerca de otras mujeres y acompañarlas en el esfuerzo para romper la brecha de género.
Bertha Pech Polanco sabe bien lo que es enfrentarse a la discriminación, no solo por ser mujer, sino también por provenir de una comunidad maya de Maxcanú.
Ser constante, no desanimarse y estar convencida de que los procesos se pueden seguir desde la mirada de las mujeres la han ayudado a destacar en su trabajo.
Asegura que siempre se necesita la fortaleza de espíritu para superar todo lo que implica un obstáculo.
Indica que, en su caso, no ha sido fácil alcanzar las metas que se ha propuesto, pues se ha encontrado con trabas económicas e insensibilidad de instituciones educativas frente a la violencia emocional hacia las mujeres, incluso en el hogar, donde las familias dudan de la capacidad de las hijas para seguir una carrera universitaria y científica.
“Hay que sobreponerse a las situaciones desafiantes y seguir en el camino buscando el cambio y desarrollando nuestras capacidades y potencial humano”, opina.
Admite que sí ha experimentado la discriminación por su género en el espacio familiar, en el que hubo dudas sobre su capacidad para seguir una carrera. Esto ocurre, explica, porque en algunos hogares se cree en ciertos estereotipos que hacen que las expectativas profesionales sean diferentes para una niña y un niño.
Abrir brecha
La discriminación, añade, se hace presente a la hora de acceder a espacios laborales y tomar decisiones. “No se ha recorrido ese camino, apenas vamos abriendo brecha”.
Experimentar abuso o violencia por ser mujer es algo que también le ha tocado vivir. A ella, persona soltera,
sin hijos y mayahablante, se le ha querido asignar un lugar solo en la zona rural, sin tomar en cuenta sus aspiraciones. Una idea falsa es que quienes no son mamás tienen “tiempo de sobra”.
Estos cuestionamientos
son comunes incluso viniendo de otras mujeres, lamenta. A un hombre que desempeña varias tareas profesionales se le considera trabajador, cualidad que no se atribuye a la mujer que cuenta con varios proyectos laborales.
Bertha Pech recuerda que a las mujeres con las que trabaja siempre les dice que no duden de sus capacidades, no permitan que nadie les niegue el derecho a hacer lo que desean ni las cuestionen por sus decisiones.
Señala que una manera de superar las trabas del camino es nunca quedarse callada o sin hacer nada. Asimismo, cuando los derechos son violentados hay que recordar que se puede decidir sobre los propios planes y defenderlos firmemente.
Información
Recomienda informarse de las alternativas a seguir ante el abuso y la violencia de género para actuar en consecuencia, al igual que crear una red de compañeras y compañeros para apoyarse.
Pech Polanco resalta la importancia de que las mujeres denuncien las injusticias de todo tipo que afrontan a fin de evidenciarlas y la necesidad de que no las paralice el miedo. Si no consiguen cambiar la situación, no tienen por qué quedarse en el lugar donde son violentadas.
Apunta que las mujeres deben visibilizar sus aportaciones en los ámbitos educativo, político y cultural para reivindicar la contribución del género a los campos del conocimiento.
“Hay que contar la otra historia para que el discurso cambie, para tener una sociedad más sana, plural”.—