Trascender tras el retiro
Rodrigo Pérez, exseleccionado nacional, cosecha otro logro al ser distinguido por los Correcaminos de la LNBP
Si don Píndaro Pérez viviera, seguramente la reciente nominación que los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas le hicieron a su destacado hijo la colocaría entre sus grandes recuerdos.
Rodrigo Pérez Rivas fue reconocido hace uso días como uno de los mejores jugadores de la historia de los Correcaminos de la UAT en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), un logro que agrega a una carrera que está por llegar a 30 años de haberse iniciado en el profesionalismo. Recorriendo la legua, el “Caballo”, como se le conoce, ha ido sumando punto tras punto en las duelas. “Cada momento que estuve con los Correcaminos fue algo grande, para mí y por lo que pude darle al equipo, también, porque ahora se refleja”, señala Pérez Rivas sobre este reconocimiento que hizo la LNBP.
El circuito, que aglutina a los principales equipos profesionales del país, escogió a los mejores jugadores que han estado en las lista de los clubes durante la historia de la LNBP. Al momento ya anunció a los históricos de Correcaminos y las Panteras de Aguascalientes.
“Me eligieron entre los 13 jugadores más importantes del equipo, veinte años de historia que llevan en la Liga Nacional. Es un reconocimiento muy importante estar en ese grupo entre tantos jugadores americanos (estadounidenses), mexicanos, pocos y de otros países de Latinoamérica. Me llenó de orgullo”, afirma el yucateco de 2.03 metros de estatura.
Y, recordando tiempos pasados, señala que “todo ha valido la pena, el esfuerzo, el sacrificio, irse de casa a buscar oportunidades”.
Aprovecharlas, igual. “En nuestro medio escasean oportunidades así porque no hay básquetbol profesional, por lo que hay que buscarlas en otros estados”, expresa el que fuera jugador de Cipeba por muchos años, antes de salir a otros lares. Aventuras que, inclusive, le llevaron a integrar la selección mexicana que tomó parte en los Juegos de la Buena Voluntad, en la que enfrentaron a Estados Unidos y sus jugadores de la NBA en 2001. “Son grandes experiencias, inolvidables momentos”.
De 2001 a 2005 fue pieza fundamental de los Correcaminos, a los que ayudó a ganar un campeonato de la LNBP , en 2002, y la Copa, en 2005. “El que te consideren, muchos años después de estar en un equipo, habla de la trayectoria que has tenido. Eso me hace sentirme orgulloso por Yucatán, por México”, afirma Rodrigo, de los pocos yucatecos que han destacado como profesionales, y con un archivo de su carrera elaborado por su fallecido padre desde sus inicios. Actualmente trabajador en las plataformas de Petróleos Mexicanos, donde sigue jugando.—