Vacunan a foráneos
Hasta de Q. Roo llegan a Umán por dosis “sobrantes”
Ayer miércoles, último día de la vacunación contra el Covid-19 para personas de 60 años o más que residen en este municipio, se registró baja afluencia de adultos mayores en los dos módulos de inmunización: el Centro de Salud y el hospital del IMSS, ambos ubicados en esta ciudad.
Además, se formó una fila de personas que llegaron de la ciudad de Mérida y hasta del estado de Quintana Roo a esperar que haya dosis sobrantes y les vacunen.
Esto sucedió a raíz de que la cantante colombiana “Margarita la diosa de la cumbia”, vecina de Mérida, fue vacunada en Motul el 19 de febrero porque, se dijo, “sobraban” dosis.
A diferencia de anteayer, cuando los adultos de las comisarías umaneses se aglomeraron a las puertas del hospital del IMSS y en éste se aplicaron unas 680 dosis de la vacuna de Pfizer, ayer se observó poca gente en ese puesto de vacunación.
Al mediodía, en ese nosocomio quedaban pocas dosis, de las 500 diarias que ponían hasta completar la mitad de las 4,875 que llegaron al municipio.
El Centro de Salud también registró poca afluencia de personas, a pesar que se esperaba que lleguen adultos mayores de las comisarías, a quienes se comenzó a vacunar anteayer en ambas clínicas de esta ciudad.
A las puertas del Centro de Salud vecinos de Mérida hacían fila y se acercaban a pedir que los dejen pasar, pero les contestaron que tengan paciencia porque, si no había más gente y quedaban dosis, ellos las recibirían.
Además, trascendió que algunas personas de Mérida con propiedades en Umán y con carta de vecindad fueron vacunadas ayer porque quedaron algunas dosis.
Las dosis “sobraron” porque algunos adultos mayores de Umán no fueron a vacunarse por temor a las reacciones o por no poder ir a los centros de vacunación.
A las 4:46 p.m., el Ayuntamiento informó que los adultos mayores podían ir, máximo, a las 8 p.m. al Centro de Salud para vacunarse.
Aseguró que lo único que tenían que llevar es la credencial de elector “para acreditar que son ciudadanos de Umán” y que “no se aceptan cartas de vecindad”.—