“Fue feminicidio, no suicidio”
Vecinos de Umán exigen justicia para una joven
UMÁN.— Con gritos de “¡Ni una más, ni una muerta más!!, “¡María no estás sola!”, “¡María, escucha, ésta es tu lucha!” y “¡Ella no merecía morir así!”, familiares y amigos realizaron ayer viernes una caminata para pedir a la Fiscalía de Yucatán justicia por el feminicidio de María May Chi, de 20 años, quien fue hallada muerta en el parque del fraccionamiento Paseos de Opichén, en Mérida en la noche del viernes 16.
A las 5:30 de la tarde de ayer, en la cancha de la calle 42 con 29 de la comisaría umanense de Itzincab Palomeque, se reunieron amigas, vecinos y familiares con flores, veladoras y carteles para rendirle un homenaje a la joven.
“Este es un pequeño homenaje que le estamos haciendo a María, quien era una muchacha alegre, trabajadora, humilde y no se metía con nadie; es por eso que nos sorprendió lo que le hicieron, pues cuando nos enteramos de que encontraron el cuerpo nunca pensamos que sea ella”, dijo la joven Sandra Chacón.
“Nos sorprendió porque muchas la conocíamos en
Itzincab porque estudió con nosotros; es por eso que pedimos justicia para que se esclarezca su asesinato”, afirmó Sandra Chacón.
Acompañada de sus primas y tíos, Edith Alejandra May Chi a su vez dijo: “Mi hermana no estaba loca, ni borracha, ni se suicidó como andan diciendo, María fue víctima de un feminicidio.
“Por eso nos estamos asesorando con un licenciado que tenemos porque no confiamos en el que nos quieren dar por la Fiscalía.
“Ahora estamos esperando a que nos entreguen el cuerpo de mi hermana, lo que puede ser de tres días a semanas para que podamos darle cristiana sepultura.
“Es por eso que pedimos justicia para María”, insistió Edith Alejandra.
La mamá no asistió a la marcha por sentirse mal y el papá no fue porque estaba trabajando.
Después del homenaje, el contingente de unas 50 personas con veladoras y carteles, encabezadas por los familiares, iniciaron una marcha hasta la casa de la extinta joven, ubicada en la calle 29 con 46 de Itzincab.
Ahí dejaron las veladoras y flores; luego regresaron a la cancha, donde terminó el recorrido.—