Influencias en la formación religiosa de Mons. Fermín Sosa Rodríguez
Ahora que se acerca el día en que su excelencia reverendísima monseñor Fermín Emilio Sosa Rodríguez será consagrado Arzobispo ha dado a conocer algunos aspectos y circunstancias relacionadas con su vocación al sacerdocio y a su decisión por servir en el cuerpo diplomático de la Santa Sede.
Ha recordado y declarado a amigos, familiares y medios de comunicación el hoy Arzobispo electo de Viruno que siendo monaguillo —y con apenas 10 años de edad— en una ocasión que ayudó como acólito al arzobispo doctor don Manuel Castro Ruiz en una celebración matrimonial en la parroquia María Inmaculada, en el fraccionamiento Campestre, en Mérida, comentó a don Manuel que a él —a Fermín— le gustaría ser sacerdote, recibiendo entonces palabras de aliento y la bendición del bien recordado Prelado.
Admiraba la dedicación y entrega del presbítero y hoy monseñor Álvaro García Aguilar, párroco de María Inmaculada, por su intensa actividad eclesial y social y como formador de grupos apostólicos, impactándole su ejemplo y motivándole en la toma de su determinación por entrar a estudiar al Seminario luego de ser monaguillo e integrante de grupos apostólicos, entre ellos Rocamar, germinando la semilla de la vocación ingresando al Seminario luego de dos años de madurar esa intención.
Recuerda monseñor Fermín Emilio que el arzobispo de Yucatán don Emilio Carlos Berlié Belaunzarán lo eligió y le propuso —cuando estudiaba el último año de Teología— continuar estudios en Roma, proponiéndole ingresar a la Pontificia Academia Eclesiástica para integrarse al servicio diplomático de la Santa Sede, gestionando don Emilio Carlos lo necesario y viajando a la Ciudad Eterna el joven sacerdote apenas fue ordenado, estudiando también licenciatura y doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana, concluyendo sus estudios superiores en el año 2002.
Fermín siempre oraba a Dios antes de tomar una decisión con la mayor fe y confianza diciéndole: “Si Tú me llamas, Tú me vas a dar fuerza...”. Y esta actitud de dejarse llevar por el Señor ha regido su vocación y su Ministerio reflejados en el Lema de su Escudo Episcopal, que dice: “Todo lo puedo en Aquel que me da Fuerza”.
Naturalmente que ante todas esas decisiones reconoce el recién nombrado Nuncio que siempre platicaba y tomaba el parecer de sus padres, ingeniero José Alfonso Sosa López y Norma Eugenia de los Ángeles Rodríguez Sánchez, quienes en todo momento lo han apoyado.