La economía se levanta
Inversión privada y Estados Unidos son las claves
Impulsada por la locomotora estadounidense y alentada por un contexto mundial favorable, la economía mexicana está teniendo una recuperación mucho mejor de lo que se esperaba.
Después de una contracción de -8.2% en 2020 y pese a un inicio de año lento, en 2021 el PIB mexicano crecerá de 6 a 7 %, o sea, mostrará un desempeño más sólido que el planteado por Banxico, apunta Rodolfo Navarrete Vargas, director de Análisis y Estrategia de Vector Casa de Bolsa.
“El dato sobre el crecimiento en el primer trimestre, que ha sido un poco mejor, augura un comportamiento favorable en lo que resta del año”, comenta.
“Si las cosas van como hasta ahora, no sería raro que a finales de este año o principios del próximo volvamos al nivel que teníamos antes de la pandemia”.
Dos son los puntales que sustentan el sorprendente repunte: las exportaciones y la inversión privada, según Navarrete Vargas, quien aclara que la política económica del gobierno ha tenido muy poco que ver.
Relación positiva
México debe su retorno a la senda del crecimiento al arrastre de Estados Unidos, cuya decisión de aplicar una política económica ultraexpansiva está propiciando que su economía coja altura de nuevo, indica. “Y el primer beneficiario de esa política económica y de esa vigorosa recuperación es México, obviamente”.
La relación comercial, lazo que une estrechamente a la economía de México con la de
Estados Unidos, explica por qué las exportaciones están a la cabeza de la recuperación mexicana y por qué fue la primera variable en dinamizarse. De hecho, el año pasado retomó los niveles de crecimiento que tenía antes de la pandemia.
“Ya los datos que están viniendo están contaminados por la base de comparación. Así que veremos tasas muy altas de crecimiento, pero será un fenómeno estadístico”, comenta.
Sorpresa
De llamar la atención, la segunda variable que está dando alas a la recuperación es la inversión privada, que está reaccionando de una manera inesperada, dice el analista.
“Aquí hay una aparente contradicción, porque el gobierno de México no ha sido favorable a la inversión privada, que sin embargo está jugando un papel fundamental”, observa.
Esto puede explicarse con una vieja teoría económica: los inversionistas, las empresas, están actuando en función de las expectativas de crecimiento. Lo están avizorando y no pueden despreciarlo, no pueden quedar fuera del proceso de recuperación.
Covid
Para el director de Análisis de Vector, un tercer elemento que está influyendo para el crecimiento es la esperanza del fin de la pandemia.
El covid-19 ha bajado de manera importante sin que nos demos cuenta, asegura. Tanto en países avanzados como emergentes se registró una tercera ola que no se ha presentado en México, donde existe un evidente descenso de contagios, “lo que está ayudando a las empresas a retomar sus actividades y apuntalar el proceso de recuperación en el que estamos
inmersos”.
Política tímida
De la política económica del gobierno, poco hay que decir: no va a jugar un papel protagónico en la recuperación, a diferencia de otros países, tanto avanzados como emergentes, donde empresas y familias recibieron apoyos significativos para sortear la crisis. La política económica mexicana está circunscrita a la idea de mantener un relativo equilibrio fiscal para evitar un deterioro económico en el futuro, indica.
Navarrete señala que también la política monetaria ha sido tímida, porque cuando bajó la inflación la tasa de interés se mantuvo arriba. Poco antes del inicio de la crisis se comenzaron a ver reducciones, que aumentaron durante la pandemia hasta llegar a los niveles de 4% en que se encuentran hoy.
“Sin embargo, hay un problema: las tasas de interés siguen bajas, pero la inflación está subiendo. Y aquí viene el dilema: según las expectativas, la tasa interés seguirá en 4% hasta el segundo trimestre del próximo año. Sin embargo, la gran pregunta es: ¿cuánto tiempo será capaz el banco central de mantener bajas la tasas considerando que la inflación está rebotando?”.
Al parecer, el problema de
El tipo de cambio
El peso se ha visto favorecido por la política económica ultraexpansiva de EE.UU.
Advertencia
Sin embargo, existe el riesgo de que las tasas de interés del banco central de Estados Unidos puedan aumentar ante la posibilidad de un sobrecalentamiento de su economía, apunta el analista Rodolfo Navarrete Vargas.
Fluctuación
“Si eso sucediera, el tipo de cambio tendría que reconocerlo y generar una fluctuación como la que se registró en el primer trimestre del presente año”, señala el director de Análisis y Estrategia de Vector Casa de Bolsa.
Proyecciones
De todas formas, según las proyecciones del analista económico, el tipo de cambio cerrará este año en 20.22 pesos por dólar y en diciembre de 2022 se ubicaría en los $20.60, cifras cercanas a las que se registran en estos días.
México hoy día es la inflación. En abril se ubicó en 6.8% —fue apenas la tercera ocasión en los últimos 20 años en superar el 6%—, sin embargo, según Banxico, la inflación subyacente fundamental (la inflación subyacente a la que se le descuentan algunos rubros para medir el comportamiento de la inflación de acuerdo con el ciclo económico) está descendiendo incluso por debajo del objetivo, hacia 2.9%.
“Lo que esto indica es que la inflación en realidad es transitoria. Obviamente genera inquietud, pero nada hace pensar que exista un problema de exceso de demanda que esté presionando los precios”, asegura.
En conclusión, las condiciones están dadas para que la economía de México vuelva a los niveles previos a la pandemia antes de lo que todos suponían.—