Piden protección laboral
Trabajadoras del hogar protestan en Nueva York
NUEVA YORK (EFE).— Un grupo de trabajadoras domésticas latinas de Nueva York reclamó ayer a la gobernadora Kathy Hochul que el nuevo presupuesto estatal incluya cobertura médica para indocumentados, un colectivo en el que se encuentran muchas de ellas, que aún sufren especialmente por el impacto de la pandemia.
Según un estudio que presentaron durante una protesta frente a la oficina de Kathy Hochul, en la que portaban pancartas con frases que decían: “El cuidado de salud es un derecho humano”, la mitad de estas trabajadoras no cuenta con cobertura médica y un 54% se contagió durante el primer año de la pandemia.
La comunidad migrante redobló los esfuerzos para que sus peticiones de cobertura médica, de un programa permanente de desempleo y una asignación de 3,000 millones de dólares para el Fondo de Trabajadores Excluidos se incluyan en el presupuesto ahora que culminan las negociaciones entre la legislatura y la gobernadora. Kathy Hochul no incluyó ninguno de esas peticiones de los trabajadores esenciales en la propuesta de presupuesto que envió a la legislatura. Y aunque el Senado y la Asamblea incluyeron en su versión la parte de la cobertura médica (el Plan Esencial) para los indocumentados, tampoco ese acuerdo se ha cerrado, a sólo horas para que esté listo.
Las empleadas domésticas que ayer se manifestaron iban equipadas de guantes amarillos de limpieza, y colocaron unas bolsas plásticas que simulaban contener cadáveres sobre las cuales había flores y el nombre de un compañero de oficio muerto por Covid y sin seguro médico, por los que guardaron un minuto de silencio.
Las trabajadoras dieron a conocer los resultados del estudio, realizado por el hospital Monte Sinaí y la Universidad pública de la ciudad de Nueva York (CUNY), que muestran además que muchos trabajadores de limpieza son la principal fuente de ingresos para sus familias y que el 82% reportó haber sufrido una reducción en sus horas de trabajo, ya fuera por miedo a contagiar a sus familias o el de sus clientes a una infección por el virus.
También que un 41% reportó ingresos de 500 dólares por su trabajo de limpieza u combinado con otras fuentes, lo que no les permite pagar cobertura médica privada.
La migrante Gabina Santamarina habló de la situación en que realiza su trabajo, que la expone “a condiciones peligrosas” por productos que sus clientes la obligan a usar para desinfectar sus hogares. “Eso impacta mi salud y no tengo cobertura médica. Durante la pandemia me enfermé y me rechazaron porque no tengo seguro médico ni podía pagar el costo por adelantado, ni siquiera recibir servicios de emergencia”, dijo.