Criminal, genio e inventor
Un expresidiario de Israel podría ganar una fortuna
REHOVOT, Israel (AP).— Cuando tenía 20 años, Harel Hershtik planeó y ejecutó un asesinato tan escalofriante que un cuarto de siglo después aún se le recuerda.
Hoy, Hershtik es el cerebro detrás de un startup de tecnología aplicada a la medicina, que podría ganar millones de dólares con una iniciativa apoyada por figuras prominentes e inversionistas ricos.
Ahora que su empresa está a punto de cotizarse en la bolsa, el pasado de Hershtik está dando mucho de qué hablar y planteando interrogantes sobre hasta qué punto una persona que mató a otra merece todas las cosas buenas que le están pasando.
“Cuando era joven, era estúpido y arrogante”, dijo Hershtik, quien hoy tiene 46 años. “Se puede ser genio e idiota al mismo tiempo, las dos cosas no se contradicen”.
Hershtik es vicepresidente de estrategias y tecnología de Scentech Medical, una empresa que fundó en el 2018, cuando aún estaba preso, que inventó un aparato que, según dice, puede detectar ciertas enfermedades a partir de pruebas de aliento.
En una entrevista de tres horas con Associated Press expresó varias veces su arrepentimiento. Hershtik fue condenado por el asesinato de Yaakov Sela, un carismático cazador de víboras que conoció cuando tenía 14 años. Entablaron una relación complicada.
Se sabía que Sela tenía muchas novias al mismo tiempo, incluida la madre de Hershtik, a quien no le gustaba como trataba a las mujeres, entre ellas su madre.
A principios de 1996, Sela descubrió que Hershtik le robó el equivalente a 15,000 dólares. Ambos acordaron que Sela no lo denunciaría a la policía y que Hershtik le devolvería el doble del dinero robado en cuotas. Pero Hershtik ya tenía planeado matar a Sela, según los fiscales.
Cuando iban a recoger uno de los pagos, un cómplice de Hershtik le pegó tres tiros a Sela, usando la pistola de la madre de Hershtik. Luego le dio el arma a Hershtik, quien remató a Sela con un tiro en la cabeza, de acuerdo con documentos judiciales.
Hershtik y su cómplice en
terraron a Sela en las Alturas del Golán, donde semanas después unos caminantes vieron asomar una mano y se encontró el cadáver.
El crimen causó conmoción y los fiscales dijeron que Hershtik mintió varias veces al ser interrogado. Hershtik
fue condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado y obstrucción de la justicia, entre otras cosas.
Doctorados
Estuvo preso 25 años, durante los cuales sacó dos doctorados, en matemáticas y química, y se casó tres veces. Afirma que fundó 31 empresas y vendió seis de ellas.
Su estada en la cárcel no fue fácil. Dice que pasó 11 años en cuarentena por problemas de salud y que fue castigado dos veces por crear un acceso a la internet en su celda. Una vez lo hizo construyendo un modem usando partes de 2 consolas de DVD.
El año pasado se determinó que estaba rehabilitado y que ya no representaba un peligro para la sociedad.
Fue excarcelado, pero permanecerá bajo arresto domiciliario de las 11 de la noche hasta las seis de la mañana hasta el 2026. Deberá usar un aparato rastreador en el tobillo en todo momento y no puede salir del país.
Valor millonario
Hershtik recibió a la AP en su casa en Rehovot, en el centro de Israel.
Su startup espera la aprobación de los organismos regulatorios para fusionarse con una firma llamada NextGen Biomed, que se cotiza en la bolsa de Tel Aviv.
Hershtik dijo que su empresa está terminando de producir un aparato que podrá detectar el Covid-19 a través del aliento y que trabaja en otros para detectar distintas enfermedades y una depresión. La idea, indicó, es ofrecer pruebas con resultados inmediatos, de una forma no invasiva.
La empresa ya patentó esta tecnología en Israel y Hershtik dijo que buscará la aprobación de las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
La nueva empresa, surgida de la fusión, estará valuada en unos 250 millones de dólares, agregó. En los dos últimos años recaudó 25 millones de dólares entre inversionistas privados de Israel para financiar su compañía. Buena parte de la financiación la aportó Hershtik de su propio bolsillo, aunque no dijo cuánto.