Cortan los servicios
Civiles atrapados entre bombardeos de fuerzas rusas
POKROVSK (AP).— Tropas rusas y ucranianas luchaban ayer cuerpo a cuerpo en una ciudad del este de Ucrania, mientras soldados de Moscú respaldados por proyectiles intentaban ganar posiciones estratégicas en la región ante una firme resistencia de las fuerzas ucraniana.
Fuerzas ucranianas reportaban que tropas rusas asaltaban la ciudad de Sievierodonetsk, donde los combates cortaron los servicios de celular y electricidad y aterrorizan a los civiles que aún no han huido.
Sievierodonetsk, un centro de manufactura, se ha convertido en epicentro de la campaña rusa por conquistar la región industrial ucraniana del Donbás. Moscú también ha redoblado sus esfuerzos por tomar la cercana Lysychansk, donde funcionarios ucranianos reportaron ataques constantes.
Las dos ciudades, con una población combinada de unas 200,000 personas antes de la guerra, son las últimas grandes poblaciones bajo control ucraniano en la provincia de Luhansk, que forma el Donbás junto con la vecina Donestk. Rusia ha priorizado la toma de las zonas que los separatistas con apoyo ruso no controlan aún.
Fuerzas rusas han hecho pequeños avances en los últimos días, mientras los bombardeos castigaban las posiciones ucranianas y mantenían a los civiles atrapados en sótanos o les hacían huir a la desesperada. Se cree que los ataques contra objetivos militares en distintas zonas del país han causado bajas en zonas civiles.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, describió la situación en el este como “muy complicada e indescriptiblemente difícil” en su mensaje del sábado por la noche. “El ejército ruso intenta exprimir al menos algún resultado concentrando sus ataques allí”, afirmó.
El alcalde de Sievierodonetsk, Oleksandr Striuk, dijo que había combates en la estación de autobús de la región. Un centro humanitario no podía operar debido al peligro y la electricidad y la señal de celular estaban cortadas. Los vecinos se arriesgaban a ser blanco de los proyectiles cuando salían a por agua a media docena de pozos, señaló.
Algunas rutas de suministro funcionaban y todavía era posible desalojar a los heridos, dijo Striuk. El alcalde estimó que 1,500 civiles de la ciudad, donde antes de la guerra vivían una 100,000 personas, habían muerto en combates.